Educación | Comedores escolares

Denuncian la mala calidad de la comida de varios colegios de la ciudad

  • Un escrito a la Consejería por parte del CEIP Gloria Fuertes, tras catar los servicios de comedor durante una semana, se hace viral y levanta toda una oleada de quejas hacia la empresa Aramark

Varios niños, comiendo en un comedor escolar.

Varios niños, comiendo en un comedor escolar.

Desde hace varias semanas, diversas Ampas de centros educativos de la ciudad vienen manteniendo contactos para analizar la situación de las comidas que se sirven en los comedores de sus colegios. Al parecer, según apuntan algunas madres, la calidad de los menús que se dispensa en estos centros, deja mucho que desear, hasta el punto de que esta misma semana hay prevista una reunión colectiva de dichos centros con la Flampa para tratar de abordar y solicitar una solución al problema.

Esta preocupación la recoge una de las madres en un archivo de audio que circula desde ayer por las redes sociales y que ha levantado un cúmulo de reacciones entre las diferentes comunidades educativas los centros. El archivo en concreto se refiere al CEIP Gloria Fuertes, y además se completa con el escrito que desde la dirección del centro se ha enviado a la Consejería de Educación, exponiéndole la pertinente queja al respecto con un análisis realizado a cada menú servido durante la semana del 28 de enero al 1 de febrero de este año.

Esta decisión, de probar y hacer una especie de cata a las comidas, se tomó desde la dirección del centro ante las continuas quejas que desde el Ampa se habían realizado al respecto desde el pasado mes de noviembre.

El documento, tras esa semana de comprobación, concluye diciendo que “los menús no muestran un sabor agradable ni atrayente para el alumnado”, que son “son insípidos”, con “pescado de mala calidad”, “abuso de la patata”, “escasez de proteínas” y un sólo día de carne (salchicha). Asimismo, se duda “de la utilización de productos ecológicos”, y se pone de manifiesto que se está ante una comida “de mala calidad y muy mal cocinada”, además de advertir que muchos días la cantidad es “insuficiente y poco atractiva”.

El documento, que ha sido enviado a la Consejería de Educación y previamente a la empresa concesionaria del servicio de comedor (Aramark), concluye diciendo que “el alumnado no merece estos menús diarios que no invitan a la ingesta debido a la mala calidad, tanto de productos como de cocinado”.

Esta empresa, Aramark Servicios de Catering, se encuentra en el centro de la diana de algunas ampas de la ciudad, que han advertido de la mala calidad de sus servicios. Actualmente, Aramak surte a varios colegios de Jerez: La Barca, Isabel La Católica, Federico Mayo, San José Obrero, Gloria Fuertes, Nuestra Señora de la Paz, El Retiro, Vallesequillo, Luis Vives, Elio Antonio de Nebrija, El Membrillar, Pío XII, Las Granjas, Torresoto, Antonio Machado, Manuel de Falla, La Unión, Blas Infante, Ciudad de Jerez, Poeta Carlos Álvarez y Montealegre.

No obstante, en los últimos días y debido a un litigio que mantenía en una concesión, ha asumido también el CEIP Pablo Picasso de Estella, donde ha comenzado a trabajar desde el pasado 1 de febrero.

Varias de las ampas de algunos de estos colegios han mostrado su malestar con sus servicios (principalmente en la mala calidad de la comida y en ocasiones la escasa cantidad que se ofrece), sin embargo, en otros casos, el funcionamiento y lo que se ofrece, no ha tenido quejas por parte de los padres y madres.

Eso sí, la noticia surgida ayer ha provocado una oleada de peticiones a los responsables de los centros que cuentan con esta empresa como concesionaria para llevar a cabo una serie de catas de la comida y saber qué clase de menús están consumiendo sus hijos. Hay que recordar que por ley esta posibilidad existe, si bien es verdad que “pocas veces se hace”, explican algunos directores.

A nivel de centros, sí que existe también cierta disconformidad con esta concesionaria, sobre todo a niveles de personal, ya que en ocasiones, según apuntan algunas fuentes consultadas, la presencia de determinados monitores/as, que según la normativa debe ser uno por cada cinco alumnos, se merma con facilidad, principalmente porque se usa como baremo la media de asistencia diaria y no los inscritos oficialmente.

Este diario intentó durante la jornada de ayer obtener la versión de los hechos de la empresa concesionaria, sin que hasta el momento haya recibido contestación alguna.

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