La Diputación Provincial ha anunciado un acuerdo de colaboración con la Plataforma Ciudadana por Asta Regia, la entidad que quiere poner en valor este importante yacimiento arqueológico. La administración provincial ha anunciado que, por un lado, se compromete a difundir la investigación de la Universidad de Cádiz (UCA) en este enclave de Mesas de Asta y, por otro, colaborará en unas jornadas de divulgación científica.   

Estas son conclusiones del encuentro que mantuvieron este lunes en Jerez la presidenta de Diputación, Irene García, con el catedrático de la Universidad de Cádiz, Carmelo García Barroso y con Pedro Alemán, representante de la Plataforma Ciudadana por Asta Regia. En el encuentro también estuvo la diputada provincial y delegada de Turismo, Isabel Gallardo. 

En un comunicado, la Diputación informó que, tras el verano, la plataforma precisará en un informe las posibles vías de colaboración. La cooperación que al final se determine se materializará, en cualquier caso, en el ejercicio presupuestario de 2021. 

Ya se han iniciado los trabajos técnicos que permitirán concretar un plan director sobre Mesas de Asta. Así, una vez se tenga este documento, existirá un diagnóstico sobre un yacimiento que puede abarcar una superficie de unas 60 hectáreas (25 de urbe) y que en la actualidad se extiende a unos cuatro metros bajo tierra. Además, en él se planteará qué tipo de intervención arqueológica se podrá llevar a cabo a medio y largo plazo.  

El Ayuntamiento de Jerez ha contratado al personal que conforma el equipo técnico; la UCA estará al día de sus avances y resultados gracias a la labor de enlace del catedrático García Barroso quien, además, es miembro de la Plataforma Ciudadana por Asta Regia. 

 El yacimiento de Asta Regia es Bien de Interés Cultural desde el año 2000. Desde su descubrimiento, en el año 1941, se augura su riqueza histórica. Las fuentes de investigación disponibles empezaron a cobrar cierta volumetría gracias al barrido por georadar practicado por la Universidad de Cádiz y el uso de drones. Se empieza a determinar una imagen virtual de parte de la antigua ciudad romana, que hunde sus orígenes en época tartésica y que también fue emplazamiento islámico.