Ensayo sobre la intuición

reflexiones sobre psicología

Intuir que una decisión va a ser la acertada puede ayudarnos a elegir

17 de mayo 2011 - 01:00

La intuición es ese mecanismo emocional que nos permite tomar decisiones sin tener que reflexionar y considerar cada una de las opciones de las que disponemos.

Intuir que una decisión va a ser la acertada puede ayudarnos a elegir, siempre que tengamos en cuenta que no garantiza al cien por cien el acierto.

Para entendernos podríamos sustituir el término intuición por apetencia, como solemos decir, tener ganas de hacer algo.

No cabe duda de que la mayoría de las veces tomamos decisiones en función de las ganas que tenemos, si tengo muchas ganas de acudir a este curso voy, si no me apetece, elijo no ir. Esto es así porque nuestro cerebro reconoce situaciones por comparación de forma automática e inevitable, si el curso al que estamos pensando si ir, se parece a alguno en el que lo pasamos bien tendremos apetencia, pero si se parece a alguno que nos resultó aburrido, tendremos pocas ganas.

Sin embargo sentir más o menos deseos de asistir no asegura el acierto, esta apetencia tendría que servirnos de orientación si no tenemos ningún otro criterio que pueda influir en la validez de nuestra elección.

Existen otras variables de gran importancia como disponibilidad de tiempo, horas de sueño, alimentación, situación familiar, estado de salud o cualquier alteración emocional que pueda estar presente en esos momentos.

Nos enfrentamos entonces a un dilema clásico, al afrontar una decisión no sabemos si conceder mayor importancia a nuestra intuición o apetencia o por el contrario a los factores racionales.

Recuerdo el debate sobre la influencia de la herencia frente a la educación en el desarrollo de los individuos, ambos debates pueden ser resueltos con una sencilla fórmula matemática. El área de un triángulo es igual a la base por la altura dividido entre dos, si no preguntamos cuál de los datos es de mayor importancia para formar el área de ese triángulo probablemente no sabríamos qué responder. La herencia y el aprendizaje son por tanto, de la misma forma, necesarios en el desarrollo de cualquier persona, al igual que la intuición y la reflexión, son aspectos ambos a tener en cuenta cuando pretendemos tomar la mejor de las decisiones.

Entonces, enseñar a los alumnos a tomar decisiones debe incluir estas dos grandes áreas, por un lado, enseñarles a reconocer cómo se van a sentir por tomar una decisión o comportarse de una determinada forma y por otro ayudarles a ver, de forma anticipada, reflexionando, los pros y los contras de forma objetiva de la elección.

Existe una gran cantidad de literatura científica (Gigerenzer o Damasio, entre otros) apoyando la participación de las emociones en la toma de decisiones, pero sin que ello signifique obviar otros criterios racionales que necesariamente han de ser considerados si queremos tomar una buena decisión.

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