Evitar lo evitable
A pie de campo
No cabe duda de que la frase "los incendios se apagan en invierno" es un gran tópico pero no por ello deja de ser real. Después de haber pasado en España uno de los peores veranos que se recuerdan, en cuanto a balance de daños por incendios forestales y ya que, gracias a Dios, han aparecido las deseadas lluvias y el fantasma de fuego se apaga con la humedad, es hora de ir preparando el verano que viene.
En este sentido, cabe destacar que en el presupuesto europeo (2007-2013), está contemplada una partida a este efecto. Ahora bien, en Andalucía sólo se han abierto dos líneas de ayudas, las de 2008 -de las que aún hay flecos pendientes de liquidar- y , las de 2011 -que se han publicado este año y que están a la espera porque no se ha iniciado el trámite administrativo ya que no hay listas provisionales-.
Respecto a estas últimas, durante la primavera pasada se publicó la Orden de Ayudas Forestales, dotada con 51 millones de euros para toda Andalucía, Asaja dijo públicamente que era insuficiente, pero aun así, y atendiendo a la responsabilidad social que la asociación tiene, se comenzó a trabajar duro para llegar al 15 de junio con todos los expedientes presentados incluso a costa del sueño de algún técnico, que se las vio y deseó para rellenar el 'sudoku'.
Desde entonces Asaja espera la publicación de los listados provisionales. Un dato; si se publicaran y se realizaran las actas de no inicio de los trabajos, los propietarios que lo quisieran podrían comenzar las acciones obteniendo tres grandes logros:
El primero, la prevención de riesgo de incendio para la siguiente campaña, ya que se limpia el monte, se arreglan caminos, se construyen charcas y en general se mejora el monte mediterráneo.
El segundo es que se daría trabajo en los pueblos de comarcas muy castigadas por el desempleo lo cual sin duda contribuiría a la dinamización socio- laboral de estas zonas.
El tercero, mejorar el medio ambiente lo cual sin duda contribuirá a evitar el tan renombrado Cambio Climático.
Por ello y, dado que todo son mejoras, a Asaja no le queda más remedio que pedir responsabilidad y agilidad a la Consejería de Medio Ambiente ya que aquí los plazos son fundamentales; hay que empezar los trabajos cuanto antes para terminar antes de mayo y tener un verano lo más tranquilo posible en cuanto a incendios se refiere.
Evitemos lo evitable porque el patrimonio medioambiental que representa el monte mediterráneo andaluz, se lo merece.
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