Ciudades Inteligentes

“Si confiamos en la tecnología, se puede resentir la privacidad de la ciudadanía”

Antonio Díaz, profesor de la Facultad de Derecho.

Antonio Díaz, profesor de la Facultad de Derecho.

‘¿Cómo puede afectar la tecnología a la seguridad de las ciudades andaluzas?’. A esta pregunta respondió Antonio Díaz, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Cádiz. La ponencia celebrada este martes se enmarca en el ciclo de encuentros ‘Campus Media’, organizado por la Asociación de la Prensa de Jerez (APJ) y la UCA.

El año 2007 representa un hito importante, por primera vez en la historia más de la mitad de la población del planeta vivía en ciudades, llegando al 70% en algunos países europeos y asiáticos. Andalucía no tiene estas grandes urbes, aunque sí cuenta con grandes conglomerados urbanos, como Sevilla, la bahía de Cádiz o la costa de Málaga. En las ciudades andaluzas no destacan los grandes proyectos, sino pequeñas iniciativas y una falta de estrategia a la hora de implantarlas.

Desde los años 90, algunas de estas ciudades comenzaron a aplicar tecnología de la información y la comunicación para que su expansión no interrumpiera los servicios que prestaba a sus ciudadanos. Díaz aclaró que estas ciudades se conocen como Smart cities, o ciudades inteligentes que no es necesariamente sinónimo de ciudad muy poblada, sino de ciudad que implementa iniciativas en diferentes dimensiones como la recogida de residuos urbanos, el alumbrado, la eficiencia del sistema eléctrico o el tráfico. “Esta inversión tecnológica ha supuesto un impacto de, por ejemplo, la reducción de un 15% del tiempo perdido en atascos de tráfico, algo que es un inmenso logro si consideramos el enorme número de desplazamientos”, apunta. Por tanto, añade, está claro que las ciudades muy pobladas colapsan si no se les implementa tecnología inteligente".

"Existe el riesgo real de un gran hermano que todo lo vea mediante el empleo de la tecnología"

El profesor trabaja dentro del proyecto de la Junta (PAIDI2020) en el que han analizado todas las ciudades andaluzas con alguna iniciativa de Smart city. En la mayor parte de las identificadas se han basado en la instalación de cámaras que controlan el tráfico, identifican aglomeraciones o calculan aforos, por ejemplo, en la Feria, o bien algún paso de peatones inteligente que se ilumina al pasar un ciudadano. Sin embargo, aquellas iniciativas más tecnológicamente avanzadas –y también con un mayor potencial riesgo de impactar en las libertades ciudadanas– no están implementadas en ninguna ciudad. “Simplificando mucho, estaríamos aún en un estado muy embrionario en el desarrollo de la dimensión de seguridad y emergencias en las ciudades inteligentes andaluzas”. Según Díaz, a veces los Ayuntamientos compran tecnología sin contar con una estrategia-ciudad que permita dar coherencia a las iniciativas que se hagan a nivel andaluz. 

Díaz subraya que “si confiamos en la tecnología se puede resentir la privacidad de la ciudadanía”. Considera que no se garantizan algunos derechos ciudadanos, bien porque no se permite la implementación de alguna tecnología, o bien porque no se han desarrollado los mecanismos necesarios para garantizar derechos.

Normativa

A la pregunta de la presidenta de la APJ Roxana Sáez relativa a la normativa que regula el uso de la tecnología inteligente, Antonio Díaz no lo duda: “Europa es muy garantista, va por delante en garantía y detrás en desarrollo”. Además, puso sobre la mesa lo sucedido durante la pandemia de la Covid 19. “A través del ‘pánico moral’, si a los ciudadanos se les asusta lo suficiente estos son capaces de transigir con aspectos que no hubieran aceptado solo poco tiempo antes". Y alertó "Existe el riesgo real de un gran hermano que todo lo vea mediante el empleo de la tecnología. Por eso, Andalucía necesita una estrategia específica para la seguridad en las ciudades inteligentes”.

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