La Biblioteca del centro, del colegio o del instituto, puede y debe ser un centro de referencia de toda la actividad cultural del mismo. De todo lo que se haga, pase o se celebre, seguro que la biblioteca tiene algo que ofrecer en sus estantes. Y qué mejor que ofrecerlo en su propio recinto sacándolo de donde esté y exponiéndolo ante todos.

Así por ejemplo, ahora se acerca la celebración del Día Escolar de la No-violencia Y la Paz (DENYP). Se prepararán numerosas actividades y habrá algún que otro encuentro de todo el cole en un acto conjunto para reivindicar esta necesidad de la Humanidad. Pero, a su vez, la biblioteca puede ofrecer una actividad más: una visita a su sede en la que podrán aparecer aquellos libros que encontremos tanto de ficción, literarios, como aquellos de no ficción (libros sobre los derechos humanos, libros de los pueblos del mundo, un monográfico sobre "El Guernica", juegos cooperativos,…), y si en la nuestra tenemos DVDs, por ejemplo películas como "Enemigo mío" o "The war".

Además, como no solo de libros (y vídeos) vive una exposición, podemos colocar a nuestra mascota con una banderita, unas palomas de Alberti, dibujos hechos por el alumnado, fichas con los premios Nobel de la Paz (aunque algunos han sido tan inmerecidos…), etc.

Y todo esto porque son ocasiones ideales para acercar al alumnado a la biblioteca como fuente de información, de formación y de ocio; para dar a conocer los fondos de forma contextualizada; para mostrar a la biblioteca como un lugar también de expresión; y para tener un pretexto más para invitar a madres y padres y potenciar el valor dela lectura y el papel de la familia como mediadores entre libros y lectores.

Pero una celebración de este tipo ya tiene suficientes actividades de por sí y ya suelen estar movidos los libros alusivos por las aulas suficientemente. Por ello podemos pensarnos estas exposiciones para casos en los que parezcan que los libros no están llamados a ello y demostrar que sí. Por ejemplo: una buena exposición de libros "de miedo" cuando celebremos Haloween (adornado de caretas, murciélagos de juguetes y alguna calabaza), o para el Día Mundial del Agua una buena exposición que puede tener por un lado historias que sucedan en ríos, lagos y mares y por otra libros de consulta sobre el agua. Que no falten paneles de cómo ahorrarla, botellines y vasos, fotografías sobre lugares en los que es escasa y mapa sobre la distribución del agua potable en el mundo.

Una idea más. Si un curso hace un trabajo monográfico sobre un tema, puede montar su propia exposición e invitar al resto del colegio. Imagínenla sobre minerales y rocas, afectando la entrada a la biblioteca como si fueran a una mina, con todos los libros de geología de los fondos, con rocas y minerales catalogados y con cuentos y novelas con cuevas, diamantes y joyas.

José García Oliva. Experto en literatura infantil y juvenil.