La Plataforma por unos Comedores Escolares Dignos ySaludables ha reactivado su actividad estos días para analizar la situación actual de los comedores escolares de la ciudad.

Hay que recordar que dicha plataforma surgió tras la polémica suscitada el pasado mes de febrero en el CEIP Gloria Fuertes, consecuencia de una denuncia por parte de los padres y madres a la Junta por la mala calidad de la comida servida por la empresa Aramark.

Con esa idea, mejorar los servicios de comedor de los centros de la ciudad, nació en febrero dicha plataforma (compuesta por 13 ampas de la ciudad) que ahora ha retomado su actividad tratando así de solucionar un problema que, tras dejar de ser actualidad, sigue estando presente en muchos colegios.

La Flampa ha vuelto a insistir, como ya hizo en junio enviando a la delegación territorial un escrito en el que se proponían diversas alternativas para acabar con la situación, en la necesidad de actuar contra estas empresas de cátering y cuya indignación por sus servicios “es cada vez más creciente”.

La Flampa considera que los principales problemas que sigue habiendo en muchos comedores escolares son “la escasez de raciones, la deficiente calidad, el incumplimiento del PPT (Pliego de Prescripciones Técnicas); el poco equilibrio entre los grupos de alimentos; el desconocimiento del origen de los alimentos por parte de las familias y la falta de información que se facilita a las familias”.

Por esta razón, la plataforma se ha planteado una serie de objetivos de cara a los próximos meses, objetivos que pasan por “erradicar la línea fría, la calidad y características de los menús es deficiente, favorecer la cocina propia, in situ y si esta no fuese posible potenciar la presencia de empresas locales en las que se usen productos de la tierra y de temporada; la realización de catas por padres/madres comensales sin previo aviso a la empresa concesionaria; conocer los protocolos con los que se certifica a estas empresas de restauración y con qué frecuencia se realizan; obtener mayor información sobre el origen de los alimentos; dar a conocer la procedencia de los productos ecológicos; coordinarse con otras entidades y organismos públicos; y mejorar y agilizar la información a las familias”.

Desde la Flampa se ha vuelto a pedir que se hagan públicas las catas en los centros educativos, recordando especialmente el caso del Gloria Fuertes, que después del enorme maremagnum surgido en torno al tema y el compromiso de la Junta en actuar con contundencia, “no se ha vuelto a tener información”.