Histórica presentación de Jerez en El Rocío

La entrada en la aldea del Simpecado estuvo acompañada de alegría, cante, vítores y olés a la Virgen del Rocío

Así ha sido la llegada de Jerez a la aldea

Histórica presentación de Jerez  en El Rocío
Histórica presentación de Jerez en El Rocío / Miguel Ángel González
Manuel Sotelino

04 de junio 2022 - 21:06

Ha sido una peregrinación complicada. No cabe equivocarse. La hermandad de Jerez ha sufrido distintas incidencias. Una carreta volcada, un paso lento por el Coto de Doñana, un camión volcado en Marismillas, horas intempestivas y hasta un accidente con un tractor. De todo ha habido. Y la conclusión que cabe es que El Rocío, y su camino, hay que hacerlo siempre. Dos años sin peregrinación pasan factura. Y no cabe achacar a nadie las responsabilidades porque el compromiso es mucho y ‘rocíos’ hay tantos como personas que se acercan a la aldea cada fiesta de Pentecostés. No hay más debates porque en El Rocío se sabe cómo se va, pero jamás como se vuelve. Es ponerse en la disponibilidad de la Santísima Virgen y que sea Ella la que mande.

Llegó Jerez a la aldea. Era una mañana fresca con viento de poniente que fue una delicia a quien vivió y sintió ese momento único que es cuando Jerez se hace presente a las orillas de las marismas. Más de trescientos caballos, sus peregrinos alrededor de la carreta y el precioso exorno floral que la priostía colocaba con primor en Manecorro, lugar donde los deseos se hacen realidad a un tiro de piedra de la aldea.

En definitiva fue un recibimiento que se puede catalogar de histórico tras años de sequía. Había ganas; muchas ganas de Rocío. Y se vio desde que la carreta llegó a la calle Bellavista, lugar donde se inicia ese camino mágico de la hermandad hasta llegar a las plantas de las mismísima Virgen del Rocío. Sevillanas y cantes para la Madre de Dios que iban aumentando tal y como se iban acercando a la esquina de Muñoz y Pavón donde la casa de Pentecostés, todo un clásico del Rocío de Jerez junto con su hermana la casa de los Valderas, ponían el ambiente en plena ebullición. La comitiva cargada de jinetes, junto con el Simpecado, fue a cumplimentar a la hermandad matriz de Almonte y así presentarse ante la Blanca Paloma.

Las casas de Jerez comenzaban la fiesta. Destacamos la improvisada reunión flamenca -puro Jerez- que se organizó en la casa de Paqui Cortijo. Allí, el Cachorro de la Manuela tomó su guitarra y comenzó la fiesta por bulerías. Vaya ritmo por bulerías que propició que el compás llegara hasta los aires de Huelva y se reuniera en la casa de Paqui todo aquel que distinguía lo puro de lo pagano. La reunión estuvo marcada por la presencia de Paqui Méndez, Manuela Carpio, Rosa Santiago y Coral de los Reyes. Al poco, se sumó Juan Diego Mateos para rematar con las guitarras. Al baile, la pureza gitana de Fernando Jiménez y el gran Juan Garrido que lo bordaron con sus respectivos bailes. Y con todo, habría que sumar una ‘patita’ del Cachorro que supo a Plazuela pura con rememoranzas a ‘Juanillorro’. Y todo por Ella porque nada hubiera tenido sentido sin la Virgen en la aldea donde gobierna. Un momento histórico.

Jerez, en El Rocío

Destacar todas y cada una de las casas de Jerez. El Cancelín, La Roás, de la Albarizuela al Rocío o la Trasera, donde los rocieros jerezanos posaron para esta crónica. En definitiva una fiesta por todo lo alto. Una exultación hacia la Madre de Dios. Un momento que es ya histórico por el deseo y por el anhelo de los rocieros por reencontrase con la Santísima Virgen.

Atrás quedaron los días duros de camino en el Coto de Doñana. Caminos, pinos, jaras y romero. Para llegar hasta la aldea de la Señora.

Jerez ya se encuentra en el Rocío. Ya solo cabe la espera para la procesión que se iniciará cuando los almonteños salten la reja y se hagan cargo de la procesión en las primeras horas de la madrugada del domingo al lunes de Pentecostés. Y si pudiera darse el consejo, desde esta tribuna solo cabe decir nuevamente que no pueden pasar dos años sin peregrinación. La falta de costumbre pasan malas jugadas. Nadie debió nunca de haber sido privado de ver a la Patrona de Almonte. La que con su mirada serena hace que tiemblen todas las miradas.

stats