El sueño de Vicente Taberner cumple 10 años. Su visión de una Andalucía de grandes tintos, que le llevó a adquirir unos terrenos en Arcos, es hoy una realidad aclamada en todo el mundo. Una década después, la bodega Huerta de Albalá, acogida a la IGP Tierra de Cádiz, es uno de los más firmes valores del vino español. El fin de existencias añada tras añada avala el éxito de esta bodega, que más que por la cantidad, apuesta por la calidad. Los vinos Taberner Nº1 y Taberner, y las diferentes modalidades de Barbazul -tinto, blanco y rosado- son resultado de una materia prima excelente, un terroir con características únicas y una mezcla de oficios tradicionales y alta tecnología.

La consolidación del proyecto de Huerta de Albalá en esta década se refleja en una extraordinaria proyección internacional. Más de una treintena de países consumen los vinos del viñedo de esta bodega repartidos por Arcos y el Pago Balbaína en Jerez, su última adquisición.

Huerta de Albalá cumple sus primeros 10 años en un momento excelente de producción, de proyección nacional e internacional, y con el favor de los consumidores y de los expertos en enología, que han otorgado altas puntuaciones a sus vinos desde su primera añada, aquel revolucionario Taberner Nº1 monovarietal Syrah, y que se ha traducido en premios como los Sommelier Wine Awards (SWA) entre los mejores vinos distribuidos en la hostelería de Reino Unido.

Según Vicente Taberner, "estamos muy satisfechos de que este sueño, esta pasión por hacer grandes vinos desde Andalucía, y este proyecto de la familia de Huerta de Albalá haya cumplido ya 10 años. Alcanzamos este momento tan significativo en una etapa de consolidación y crecimiento que estamos seguros tendrá continuidad en los próximos años gracias a los maravillosos recursos que nos brinda la Tierra de Cádiz y a este empeño por salvaguardar la calidad ante todo".