El primer pregón Jacobeo llevado a cabo ya no solo en Jerez sino en el resto de España tuvo lugar este domingo en la iglesia parroquial de Santiago de Real y de Refugio. Un acto literario que fue organizado por la Asociación Jacobea Sharish y que este año, por aquello de vestirse de largo, contó con la presencia del arzobispo emérito de Sevilla, el cardenal fray Carlos Amigo Vallejo.

El acto contó con la presencia de los sacerdotes Diego Moreno, cura párroco de Santiago y Luis Piñero, en representación del cabildo Catedral. Además, también se pudieron ver a algunos artistas eternos como fue el caso de Manuel Morao, el presidente de la academia San Dionisio, Joaquín Ortiz Tardío, o la delegada territorial de Cultura de la Junta de Andalucía, Mercedes Colombo. La presencia corporativa de las hermandades de penitencia de la parroquia brilló por su ausencia si no se tiene en cuenta la del cura párroco de Santiago que también representaba al Prendimiento, en este caso, como comisario de la hermandad. Con posterioridad al primer adelanto de esta información, se pudo saber que las representaciones de las hermandades de la feligresía no estaban invitados al acto, aunque los guiones sí estuvieron presentes al pie del altar mayor.

Cinco minutos antes de que comenzara el acto, la imagen espigada de Amigo Vallejo se dibujaba en la puerta principal de la iglesia en forma de silueta perfecta por el efecto del contraluz. Era el momento en el que la Joven Camerata Maestro Álvarez Beigbeder, dirigida por José Colomé, interpretaba una pieza inspirada en el camino de Santiago, obra de la joven músico sanluqueña Violeta Romero. Se identificó un oboe con claros tonos a gaiteros traídos del lejano Finisterre.

Carlos Perdigones, presidente de la asociación jacobea jerezana, adelantaba que, tras sufrir un súbito accidente, el acto de la bendición del hito señalético se tenía que suspender. Este signo estaba previsto que estuviera junto a la fachada gótica del templo. Habrá que esperar el momento próximo dicha bendición.

El periodista Andrés Cañadas Machado presentó al cardenal Amigo Vallejo. Perfecta introducción que enmarcó con maestría la figura del cardenal franciscano que tan cercano fue en los años en los que Cañadas fue director regional de COPE en Andalucía. 

A partir de ahí, monseñor Carlos Amigo Vallejo se situaba en el pequeño atril de Santiago para desplegar toda una disertación sobre la simbología del camino a Santiago.

Con ese tono de voz tan sosegado, el cardenal destacó la importancia de “ponerse en camino” ya no solo para acudir a un santuario sino en la misma vida diaria del cristiano. “Los peregrinos bien saben adónde van porque llevan la compañía de Cristo que le conduce a Dios nuestro Padre que siempre se encuentra con los brazos abiertos”, aseveró Amigo Vallejo.

Por eso, para el pregonero, “el camino jacobeo está consolidado en la experiencia de repetirlo pronto tras tener la experiencia de que no se camina solo. Amigo Vallejo también quiso dedicar un importante capítulo a la caridad. “No puede haber camino si no hay caridad con los hermanos”, afirmaba el franciscano. Y también hizo un alegato a la familia: “Esa que tras el camino siempre se encuentra a la espera del peregrino y que da fuerza en el otro camino de la vida”.

Además, también hubo en su pregón un recuerdo para el Papa San Juan Pablo II y su encuentro con el Apóstol Santiago en su visita en el año 1982. Este hecho histórico tuvo un importante efecto en el camino que se vio transformado con un elevado número de peregrinos hasta el punto de convertirse en lo que fue en el pasado: la peregrinación más importante del mundo.

En definitiva, el peregrino, tras su experiencia en el camino hacia Santiago, “también se convierte en testigo de la acción de Dios en su vida y cuando su peregrinación llega al final acude a su vida ordinaria para dar buena cuenta de ese testimonio”, aseguraba fray Carlos Amigo.

Fue un episodio literario de algo más de media hora que estuvo cargado de simbolismo y de relación del camino con Dios.

El acto, finalmente, fue rematado con la participación de Rosario Montoya, ‘La Reina Gitana’, que interpretó, junto con la camerata, unas magníficas bulerías sinfónicas cargadas de ese duende que esta gran interprete al piano solo sabe imprimir a su obra musical.

Tras ello, el acto quedó concluido. Durante todo el año que queda esta asociación jerezana inspirada en el Camino de Santiago seguirá trabajando ya para el próximo 25 de julio de 2022.