Jerez suma cuatro años con déficit de precipitaciones
Climatología
La ciudad cierra el año agrícola, del 1 de septiembre de 2021 al 31 de agosto de 2022, con un registro de 427,6 litros por metro cuadrado, un 25% menos de lluvia que la media habitual
Por cuatro año consecutivo, Jerez ha cerrado el denominado año agrícola o año hidrometeorológico con un déficit de precipitaciones con respecto a la media habitual. Así, del 1 de septiembre de 2021 al 31 de agosto de 2022, parámetros que sirven para calcular estos datos, han caído en la ciudad 427,6 litros, es decir, ha llovido un 25% menos con respecto a la media habitual, que en Jerez es de 575,2, según marca el período de referencia 1981-2010.
Esta rémora de cuatro años, ya que no se llega a las precipitaciones normales desde 2018, cuando se alcanzaron 630 litros, unida a las altas temperaturas que han asolado el país, han hecho que los embalses de la provincia se encuentren al 26%.
Los que surten a la ciudad, e Zahara, Bornos, Arcos, Los Hurones y Guadalcacín se encuentran en estos momentos, según el último informe de la Junta, en una situación de escasez moderada, aunque muy cerca ya de la línea de escasez severa. Llegados a este punto, no debemos confundir escasez con sequía, ya que mientras la sequía hemos de entenderla como una anomalía temporal, la escasez es una situación permanente de déficit en relación con la demanda de agua, y debe diferenciarse de la aridez, que es una situación estructural de un área y por tanto permanente.
Este pasado año agrícola, al que hay que calificar nuevamente como muy seco, se ha caracterizado por un otoño poco lluvioso, sobre todo durante los meses de octubre y noviembre, habitualmente de lluvias abundantes pero que este año, como ocurrió en 2019, apenas ha dejado 40,7 litros cuando lo normal hubiera sido alcanzar los 157, que es la media.
Septiembre, con 53 litros, duplicó su media normal, mientras que diciembre estuvo en los parámetros habituales, incluso con dos litros por encima de la media pues cayeron 93,7 cuando la media es de 91,9.
Tampoco fue fructífero el invierno, principalmente en los meses de enero y febrero. El mes de enero, que suele dejar habitualmente unos 80 litros dejó esta ocasión solamente 5,1, un hecho que no ocurría desde 2005. Febrero resultó igual de seco, puesto que apenas cayeron 7,1 litros, muy lejos de los 63 en los que está estipulada la media normal en este mes.
Afortunadamente, marzo salvó un año desastroso hasta el momento, registrándose 159,5 litros, más del doble de la media, marcada en 61 litros. El buen inicio de primavera se mantuvo en abril, con 68,4 litros, una cantidad no excesivamente alta, aunque sí por encima de lo normal (48 litros), permitiendo así aliviar la mala situación de los pantanos de la zona.
La buena progresión, no obstante, se truncó en mayo, que también fue un mes seco, ya que no se registraron precipitaciones, cuando lo habitual es que se llegue a los treinta o cuarenta litros por metro cuadrado.
En estos últimos meses del año hidrometeorológico las precipitaciones han sido mínimas, destacando los 0,5 litros recogidos en el mes de junio, que suele dejar al menos 11 litros, o las 0,3 recogidas en el pasado mes de agosto.
Un verano extremo
Pero sin lugar a dudas, el año agrícola 2021/22 ha terminado con un verano extremo en cuanto a temperaturas. Las numerosas olas de calor aparecidas durante los meses de junio, julio y agosto han hecho que los termómetros alcanzasen durante días, cifras poco habituales, con noches tropicales en las que no se ha bajado de los 25 grados, que han impedido el normal descanso de las personas.
El verano de 2022 en España ha batido récord de días de calor extremo, con un total de 42 jornadas (prácticamente, la mitad de los días de verano) bajo situación de ola de calor, según la Agencia Estatal de Meteorología.
Los 42 días de este año multiplican por 7 el promedio de jornadas bajo ola de calor que se registró entre 1981 y 2010, con 6 días de media, y triplican el promedio de la última década, de 2011 a 2020, con 14 días de media. Hasta ahora, el récord lo tenía el año 2015 con 29 días de ola de calor. La propia Aemet ha dejado claro que sido el verano más caluroso en nuestro país desde que se tienen datos.
Dentro del análisis de las temperaturas y el verano hay que destacar la importante anomalía térmica que ha suscitado estos últimos meses con días, que tuvieron entre dos y tres grados más de temperatura media.
El calor llegó pronto, con un inicio del mes de junio especialmente agobiante, en la que se soportaron temperaturas superiores a los 35 grados e incluso un día, el 13 de junio, se llegó a los 40,5.
En julio, por su parte, hubo 24 días en los que no se bajó de los 35 grados, y un total de 7 con más de 40 grados. La máxima se alcanzó el 25 de julio, cuando se llegó a los 44,5 grados, dos décimas menos a las máximas históricas, registradas el 22 de julio de 1995.
Agosto se mantuvo, sobre todo en las primeras semanas, en esa misma línea, con temperaturas altas y una sensación térmica agobiante, provocado por nuevas olas de calor. La máxima se alcanzó el día 21 con 40,7 grados, muy lejos de los 45,1 del año 2003. No obstante, la llegada de aire sahariano convirtió muchos de esos días en asfixiantes.
Los embalses del Guadalete, al 26% de su capacidad
A día de hoy, los pantanos de la cuenca del Guadalete se encuentran al 26% de su capacidad. De ellos, el de Zahara está al 18%; el de Bornos al 12%, el de Arcos al 84%, mientras que Guadalcacín y Los Hurones están al 27% y 45%, respectivamente. Según el último informe de la Junta, Zahara, Bornos se encuentran actualmente al mínimo histórico en este mes de agosto, no así el resto. Guadalcacín, por ejemplo, registró su peor balance el 31 de agosto de 2008, cuando estuvo al 17%; y Los Hurones el 31 de agosto de 2005, con el 22%.
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