La delegación Territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Cádiz celebró ayer unas jornadas técnicas sobre olivar intensivo y superintensivo en la Campiña de Jerez. El objetivo de este encuentro era analizar el resurgir del olivar en dicha zona y su rentabilidad como cultivo para los agricultores. Hay que destacar que Jerez encabeza el ranking de plantación de este cultivo dentro de la Campiña con más de 2.500 hectáreas dedicadas al olivo del total de 6.000 existentes en la citada comarca. Le siguen los municipios de Arcos y Villamartín, con 1.400 y 1.300 hectáreas respectivamente.

El delegado territorial, Federico Fernández, destaca que "el olivar se está convirtiendo en una alternativa muy interesante para la zona, donde ya estuvo fuertemente implantado y donde está volviendo a establecerse mediante un sistema de cultivo más intensivo que, aprovechando la bondad de nuestro clima y la idoneidad de nuestros suelos, garantiza su rentabilidad".

En este sentido señala que "el olivar es un cultivo ligado históricamente a Jerez, donde ha compartido terrenos con el viñedo hasta su decadencia a mediados del siglo XIX, motivado principalmente por el auge de la industria vitivinícola".

Fernández afirma que "el apoyo de la Junta al aceite, a través de ayudas y de la Ley y Plan Director del Olivar, es contundente, como no podría ser de otra manera ante uno de los productos que lidera la listas de exportación andaluzas".

Al respecto hace hincapié en que "el aceite de la provincia de Cádiz, a pesar de ser una tierra que no destaca por su tradición olivarera, es un producto con una altísima calidad. Desde la Junta confiamos también en la trayectoria de la marca Jerez que los productores quieren poner en marcha, que avalada por el prestigio de los vinos y vinagres puede tener recorrido internacional".

Durante las jornadas destacaron las ventajas del cultivo del olivar en la Campiña, ya que las buenas condiciones climáticas de la comarca contribuyen al adelanto de las producciones de aceitunas en casi un mes con respecto a otras zonas productivas de sierra o de interior. Entre los beneficios adicionales que el aumento de la superficie arbolada reportaría a la Campiña se han señalado el enriquecimiento del ecosistema, la contención de la erosión, prevención de inundaciones y mejora paisajística.

El delegado resalta también que "el aumento de superficie de olivar que se viene produciendo va a facilitar cuestiones como la recolección mecanizada, la molturación en almazaras y en definitiva la concentración de la producción y la comercialización conjunta. Algo que supondría generación de empleo y rentas".

Durante la jornada se explicó a los asistentes las ayudas directas de la PAC, así como el nuevo proceso de asignación de Derechos de Pago Básico que se instaurará para la PAC del 2015 y las nuevas ayudas asociadas para los agricultores.