El Rebusco

Lola Flores, de jerez y manzanilla

En 'Lola Torbellino', con Agustín Lara, brinda con un chato de manzanilla.

En 'Lola Torbellino', con Agustín Lara, brinda con un chato de manzanilla.

Una bota de jerez en Pena, penita, pena. Una bota de jerez en Pena, penita, pena.

Una bota de jerez en Pena, penita, pena.

Este año 2023 se celebra el centenario del nacimiento de Lola Flores. Por este motivo tendrá lugar importantes acontecimientos en torno a ella, entre estos reseñar la inauguración de un centro cultural dedicado a ella, con un importante y variado material gráfico, además de objetos personales aportado por la familia.

Por su parte, la Universidad de Cádiz ha convocado un Congreso dedicado a esta singular mujer. Una oportunidad para adentrarnos en aspectos poco o nada estudiado de su trayectoria personal y artística.Este evento, que tendrá lugar del 9 al 11 de noviembre bajo el lema de ‘Lola Flores, cien años de un icono de la cultura española’, es un marco perfecto que me permitirá exponer un trabajo sobre un asunto al que nadie ha prestado atención hasta ahora, el del vino, y el brandy, del Marco de Jerez presente en sus películas y canciones.

Aquí traigo un avance de lo que pretendo sea mi exposición en dicho Congreso.

La documentación conservada en el Centro Andaluz de Documentación del Flamenco, ubicado en el espléndido palacio de la Plaza de San Juan, es clave para el conocimiento de esta jerezana universal.El eficiente trabajo realizado por el personal responsable del mismo facilita el trabajo de los especialistas que se acercan hasta allí para su consulta.

De jerez y manzanilla

Junto a su bota en las bodegas de González Byass. Junto a su bota en las bodegas de González Byass.

Junto a su bota en las bodegas de González Byass.

Lola Flores siempre llevó a gala ser de Jerez. Numerosos testimonios así lo avalan. Analizar ese aspecto de su vida en los diálogos y en las canciones interpretadas en la pantalla es además una manera de estudiar un elemento clave en su trayectoria vital y profesional.

Su biografía, por tanto, queda entrelazada, en muchas ocasiones, con la ficción de las propias historias cinematográficas.

En una de sus canciones más conocidas, la titulada 'No me tires indiré', que interpreta en 'La niña de la venta' (1951), es ella misma que nos da esta información en el garrotín: ‘Cuando al mundo mi persona se asomó / En Jerez de la Frontera donde nací /Me encontré con estas manos pa hacer palmas, esta cara y dos pinreles pa bailar el garrotín’.

Y en otra estrofa de la misma se la oye declarar: ‘Cuando a mí me bautizaron sucedió / Lo que nunca volverá ya a suceder / Que la agüita estaba escasa por entonces y la pila la llenaron con vinillo de Jerez’.En una de sus primeras canciones, como Imperio de Jerez, interpretada en su debut en el Teatro Villamarta, el 10 de octubre de 1939, ya se le oía cantar: ‘Bautizá con manzanilla / es mi nombre este de Lola, / he nacido pa bailaora / y me llaman en Jerez la gitana emperadora / tengo la cara morena porque así lo quiso Dios / soy de Jerez de la Frontera / y nací en la calle del Sol. / Soy del barrio de San Miguel / lo mejor del mundo entero / barrio de gracia gitana y la luz de Andalucía / Viva Jerez y sus mujeres / las bodegas y sus toreros / y viva el vino Tío Pepe/'.

Una botella de brandy Domecq en Limosna de amores. Una botella de brandy Domecq en Limosna de amores.

Una botella de brandy Domecq en Limosna de amores.

Jerez y el jerez forman un binomio importante a la hora de estudiar la vida de Lola Flores. Desde su primera aparición en la pantalla, en 'Martingala' (1940), hasta 'La niña de la venta' (1951), pasando por 'La faraona' (1956), puede seguirse esta línea argumental.

En su filmografía podemos encontrar estas referencias en una docena de sus películas. Hecho que se refuerza si tenemos en consideración que el jerezano Antonio Quintero fue el autor de muchas de las letras que la hicieron famosa, tanto en los escenarios como en la gran pantalla.

En las historias llevadas al cine, diferentes personajes son mostrados bebiendo jerez, manzanilla o brandy en escenarios (tabernas andaluzas) con elementos (botas, botellas, cañas), relacionados con el consumo de estos productos del Marco del jerez.

En el recuerdo

El vino Pedro Jiménez en Échame la culpa. El vino Pedro Jiménez en Échame la culpa.

El vino Pedro Jiménez en Échame la culpa.

Su joven rostro apareció en cinco etiquetas con el que su admirador, el bodeguero jerezano Manuel Becerra, lanzó al mercado su fino Lolita Flores, un homenaje que años más tarde le ofreció González Byass otorgándole la insignia de la Orden del Tío Pepe.

Como no, su firma aparece en botas que aún se conservan en las bodegas Domecq, Sánchez Romate, o la mencionada González Byass.

En febrero de 1967, el Ayuntamiento de la ciudad, presidido por el bodeguero y ganadero Álvaro Domecq, coloca una placa en la casa donde nació, en un acto donde ella estuvo presente. En cambio, el nombre de un vial público se hizo esperar hasta que se rotuló la Avenida Lola Flores.

Su recuerdo se perpetua con el monumento que el escultor Víctor Ochoa realizó en 2003, pero no ha sido acertada la decisión de cambiar el nombre del IES Fernando Quiñones por el de Lola Flores, lo que tuvo lugar en 2019.

Lola Flores y Rubén Rojo en La niña de la Venta. Lola Flores y Rubén Rojo en La niña de la Venta.

Lola Flores y Rubén Rojo en La niña de la Venta.

Por su parte, el empresario Francisco Riba, propietario del Teatro Villamarta la contrató en al menos once ocasiones: 1944, 1947, 1948, 1950,1951, 1955, 1957, 1959, 1967. 

Y la organización de la Fiesta de la Vendimia contó con Lola Flores en los años 1965 y 1969.

Además del compositor Antonio Quintero, otros jerezanos trabajaron con ella en el cine, como el técnico de producción Luis Berraquero, y el actor Alfonso Rojas.

De España a México

Carmen Flores canta a la manzanilla en Venta de Vargas. Carmen Flores canta a la manzanilla en Venta de Vargas.

Carmen Flores canta a la manzanilla en Venta de Vargas.

Lola Flores haría su primera aparición cinematográfica en 'Martingala' (1939), de Fernando Mignoni. Parcialmente rodada en escenarios naturales de Jerez, entre ellos en las bodegas Mérito. Para su selección la mujer del director, la jerezana, y también bailaora Carmela Guerra, jugaría un papel importante. Tanto en 'Morena Clara' (1954), como en 'María de la O' (1959), cuyas historias se desarrollan en Andalucía, Sevilla y Granada, se hacen visibles no solo las cañas de manzanilla, sino botellas y barriles de marcas conocidas como La Ina y Tío Pepe.

En 'Venta de Vargas' (1959), es Carmen Flores la que canta el tanguillo ‘Anda y bebe, moreno’, compuesto por de León y Quiroga, ante un grupo de soldados franceses:

‘Bébelo poquito a poco / si es que tienes paladá / que te vas a volvé loco / y me vas a pedí má. / Anda y toma sentraña / toma esta caña de mansanilla / y dirás que has bebío / oro molío, sol de Sevilla’.

Carmen Flores canta a la manzanilla en Venta de Vargas. Carmen Flores canta a la manzanilla en Venta de Vargas.

Carmen Flores canta a la manzanilla en Venta de Vargas.

Y de España pasamos a México. El producto cinematográfico Cesáreo González, con su empresa Suevia Films, será un personaje de gran importancia en la carrera artística de Lola Flores, permitiéndole dar el salto a América.

La especialista Marina Díaz López en su trabajo ‘Lola Flores, la estrella de bata de cola. España y América según Suevia Films-Cesáreo González, publicado en Suevia Film. Cesáreo González (2005), describe el éxito obtenido en el Festival de cine de Venecia, del año 1951, por la delegación encabezada por el empresario gallego:

‘En una velada, organizada por Cesáreo González y Eugene Deslaw, en la sala del casino del Lido, donde se sirvieron vinos de Pedro Domecq a cuatrocientos invitados. Lola Flores y Paquita Rico oficiaban de anfitrionas...’.

Esta misma investigadora explica qué pretendía este productor con su cine: ‘...una de las claves fundamentales estará en la creación de la viabilidad de hacer cine ‘español’, que evoque los elementos identitarios necesarios para reconducir las tradiciones populares españolas, para renovarlas, para actualizarlas. Esta percepción ahondará en el convencimiento de que el público que recibiría con agrado ese cine sería también el público transterrado español y la gran comunidad latinoamericana que comparte la aquiescencia de elementos populares de ese imaginario’.

'Pena, penita, pena' (1953), dirigida por Miguel Morayta, un republicano exiliado en México, es la primera película rodada por Lola en aquel país, donde el comercio de los vinos de Jerez era tradicional desde la época virreinal.

No es extraño, por tanto, ver constates referencias a la manzanilla, al jerez, y a los chatos del primero. Incluso un anuncio de neón de coñac Terry en el local de copas España Cañí.

Lo mismo ocurrirá en los títulos más emblemáticos de aquellos años 50, donde el brandy Fundador, muy consumido en aquel mercado, se hará presente en las mesas de los restaurantes.

Antonio González en María de la O, con La Ina de Domecq. Antonio González en María de la O, con La Ina de Domecq.

Antonio González en María de la O, con La Ina de Domecq.

Pero la manzanilla será el vino habitual en muchas escenas de: 'Limosna de amores' (1955), 'Lola Torbellino' (1956), 'La faraona' (1956), 'Sueños de oro/ 'El gran espectáculo' (1957), y 'Échame la culpa' (1959).

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