Madre Coraje busca voluntarios agrícolas para sus nuevas parcelas
El 70% de lo recolectado se destinará al comedor de El Salvador · Los terrenos se ceden a los usuarios sin coste de alquiler y con suministro de agua gratuito
La ONG para el desarrollo Madre Coraje pone en marcha una nueva iniciativa solidaria con la que pretenden cubrir la demanda de productos hortofrutícolas del comedor social de El Salvador. Gracias al traslado de su sede desde la calle Méndez Núñez a la actual localización en la antigua azucarera de Guadalcacín, la asociación cuenta con más de 6.000 metros cuadrados de terreno, de los cuales 5.000 han sido cedidos por la fundación Ebro Food. Según comentó a este medio Antonio Gómez, presidente de Madre Coraje, "contábamos con 1.200 metros cuadrados, pero el presidente de la fundación se puso en contacto con nosotros para cedernos su terreno. Las tierras, anteriormente ocupadas por jardines, cuentan con una extensión de 5.000 metros cuadrados".
En este amplio terreno Madre Coraje ha realizado una división en parcelas de 50 metros cuadrados, las cuales se pondrán a disposición de todo aquel que desee explotarlas. El único requisito para poder adquirirlas es cumplir una serie de condiciones. La principal será entregar al menos el 70% de lo producido como donativo al comedor de El Salvador, por lo que puede obtener para consumo propio el 30% restante de la producción. Cada persona que adquiera uno de estos terrenos se convertirá de forma inmediata en voluntario de Madre Coraje que trabaja por conseguir la entrega total de las parcelas. El presidente apuntó que hacen "un llamamiento a todos los jerezanos, sobre todo a los de ámbito rural que tienen más conocimiento sobre este entorno, y a jubilados que deseen tener un huerto y a la vez realizar una buena obra".
Con este proyecto se intentará conseguir reunir en el plazo de un mes los suficientes parcelistas para abastecer de productos al comedor durante todo el año, e incluso lograr excedentes para hacerlos llegar a otros comedores de la ciudad. Los datos afirman que el comedor de El Salvador consume un total de 27.000 kilos de productos hortofrutícolas durante el año, alimentos que se usan en la elaboración de las 900 comidas diarias que ofrece este centro. Este gasto se cubrirá gracias a esta iniciativa, que según las estimaciones de los ingenieros agrónomos, cosechará una producción total de 35.000 kilos de frutas y hortalizas. Estas cifras cumplen con el objetivo del proyecto, abasteciendo al comedor de El Salvador y además creando excedentes para otros organismos que cubran esta labor social.
Este proyecto será posible si se consigue la total ocupación de las parcelas, por lo que el fin de este trabajo es conseguir voluntarios agrícolas que colaboren con la asociación al igual que el resto de voluntarios. Para su adecuado funcionamiento se elaborará una comunidad de parcelistas regida bajo unos estatutos, donde se aclara que la persona que adquiere estos terrenos no tiene fines lucrativos. El esfuerzo se verá "recompensado con parte de la cosecha sin ninguna interpretación mercantilista, alrededor del 30%", afirmó el presidente de la asociación.
El voluntario agrícola contará además con un seguro dentro de la asociación Madre Coraje y tiene un plazo de un mes para solicitar una parcela si está interesado. Las condiciones en las que se entrega el terreno son sin coste en concepto de alquiler y con adquisición gratuita del agua necesaria para llevar a cabo la actividad hortícola. Gómez explica cómo esperan ocupar todas las parcelas "dentro de un mes, así que quien esté interesado debe pensarlo lo antes posible, ya que estamos recibiendo muchas solicitudes".
El terreno que anteriormente era ocupado por jardines se ha tratado con abonos y actualmente se encuentra listo a falta de ser labrado y a la espera de sus nuevos dueños solidarios para empezar a producir. Los futuros trabajadores no se han demorado en solicitar un espacio para cosechar y la demanda va en alza desde el primer día de plazo, haciéndose entrega de los primeros terrenos.
Una gran idea para ayudar a afrontar este periodo de dificultades consecuencia de la crisis económica que está llevando a que cada vez más familias jerezanas acudan a comedores sociales para poder alimentarse y sobrevivir. De esta forma nace una buena oportunidad para los amantes del campo de disfrutar de su afición y además colaborar con una causa importante, porque como sentenció uno de los solicitantes: "No se si mañana seré yo quien necesita la ayuda de un comedor".
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