Los viticultores, en situación límite, alertan: “El viñedo se muere”
Marco de Jerez
Asaja y Coag hacen una llamada de auxilio ante la “situación desesperada” de los viñistas por los bajos precios de la uva
Reivindican unos precios dignos para la uva, que llevan 13 años sin moverse, para repercutirla luego al vino de Jerez
"Es un desprestigio para la Denominación de Origen que el vino salga de bodega a 1,30 euros y se venda en el lineal a 4 o 4,50 euros"
Ahora o nunca. Los viticultores del Marco de Jerez han lanzado un mensaje de auxilio por su situación “desesperada” ante la falta de rentabilidad del viñedo, problema que arrastran desde hace mucho tiempo por los bajos precios de la uva, que apenas se han movido en los últimos 13 años.
“Los viticultores están desesperados porque están en la ruina absoluta” y “el viñedo del Marco se muere”, han advertido rueda de prensa Asaja y Coag, que entienden que aún se está a tiempo para reconducir esta situación con el establecimiento de precios dignos de la uva, para lo que tienden la mano al sector, al que invitan a hacer “una reflexión conjunta”.
“Es responsabilidad de todos y es es el momento de hacerlo”, ha indicado el secretario provincial de Asaja, Luis Ramírez, quien ha defendido la necesidad de establecer un precio de la uva que cubra los costes de producción para, a partir de ahí, revalorizar también los mostos y los vinos de la Denominación de Origen.
“Es un desprestigio que los vinos de la DO salgan de bodega a 1,30 euros y que en los lineales se vendan a 4 o 4,5 euros”, ha lamentado Ramírez, quien ha recordado que la uva en la presente campaña ronda los 39 céntimos de euro/kilo, muy por debajo de los costes de producción de entre 47 y 53 céntimos que tenía el viñedo del Marco en el año 2002, según el último estudio elaborado por la Junta de Andalucía, y demasiado lejos también de los 60 céntimos a partir de los que las organizaciones agrarias estiman que sería rentable la actividad.
Precisamente, la actualización del estudio de costes y el establecimiento de unos parámetros de calidad de la uva medibles, “como hay en toda DOseria”, serán los principales caballos de batalla de la Comisión del Viñedo a cuya constitución, salvo sorpresa mayúscula, se dará este martes luz verde en el pleno del Consejo Regulador.
“Las bodegas tienen que dejar de pensar en producir uvas y vinos como coches en serie”, ha señalado el secretario de Asaja-Cádiz, quien ha desvelado que en un principio se barajó volcar espuertas de uva ante la sede del Consejo durante la sesión plenaria de hoy en señal de protesta, movilización a la que finalmente han renunciado en favor del diálogo, aunque “la amenaza está ahí y en cualquier momento se puede retomar”.
La situación ruinosa de los viticultores se refleja en el estado de abandono del viñedo, que ocupa una superficie de algo menos de 7.000 hectáreas frente a las 10.500 en las que se mantuvo hasta finales de la década anterior, y en su sustitución por otros cultivos leñosos más rentables como el almendro y el olivar.
Sin rentabilidad y sin relevo generacional
“O cambia la situación, y el momento es ya, o el Marco pasará a ser un recuerdo bonito por la falta de rentabilidad y de relevo generacional”, han subrayado las organizaciones agrarias, que perciben el “fin de un ciclo” por las jubilaciones de viticultores “sin que haya nadie detrás” y que pone en riesgo la transferencia de conocimientos de generación en generación de las labores propias del viñedo, “y recuperarlo va a ser muy difícil”.
“Sin relevo se va una pata imprescindible de la DO, que no tiene ningún sentido sin el viñedo”, ha manifestado el secretario provincial de Coag, Miguel Pérez, para quien “es muy triste” que se haya llegado a esta situación.
El responsable de Coag no alcanza a entender que las bodegas sigan pagando a los viticultores igual que en 2008 pese a que “en estos 13 años ha subido todo menos la uva”. “No se entiende porque ahora mismo no hay ninguna tensión en el mercado, hay equilibrio y no hay excedentes, no se entiende por qué el mercado no se comporta de forma natural, por la ley de la oferta y la demanda”.
Pérez considera que la situación es consecuencia directa de la posición dominante de algunos operadores del sector –las bodegas– a raíz de las sanciones impuestas al sector en su día por la Comisión Nacional de la Competencia (CNMC) por los acuerdos sectoriales para la fijación de precios, que marcaron “un antes y un después”. Los viñistas también tienen en mente la creación de una interprofesional, a imagen y semejanza de las de otras Denominaciones como Rioja, que permita abordar los precios de la uva frente a las limitaciones o temores que suscitan las actuaciones de Competencia que tanto daño hicieron al sector.
El responsable de Coag lanzó un mensaje positivo, “esto tiene arreglo”, para lo que ha abogado por aprovechar la evolución favorable de las salidas de bodega, sobre todo en mercado como el Reino Unido, para plantear una revalorización de abajo arriba, ya que “está demostrado que fijar el precio de la uva en función del precio del vino no funciona”.
El inicio de la vendimia se adelante a los primeros días de agosto
La vendimia se aproxima a marchas aceleradas y ya hay viticultores que piensan que la campaña arrancará en la primera semana de agosto, con lo que sería la vendimia más temprana. Coag y Asaja avalaron ayer las previsiones del sector que apuntan a una cosecha de calidad extraordinaria a diferencia de la de 2020, marcada por las enfermedades y plagas. El tiempo, con mucho poniente y sin apenas golpes de calor ni levante, acompaña, y aunque no va a ser una cosecha abundante, los responsables de Asaja y Coag sostienen que sí será mejor que la del año anterior, con entre un 10 y un 15% más de producción.
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