La familia del joven Marcos Carribero vuelve a tener una piedra en el camino y quiere hacer pública su denuncia. Juan, el padre del Marcos, cuenta que cada seis meses tienen que desplazarse a Sevilla para que un especialista maxilofacial vea su hijo en el Hospital Universitario Virgen Macarena. 

"En nuestra última visita le vieron una muela picada y se la empastaron. La semana pasada volvimos a ir y el médico comprobó que el empaste se le había caído y había que quitar la muela y además tiene otra muela picada. ¿Qué ocurre? Que para quitarle una muela a Marcos hay que anestesiarlo, es una cirugía en el quirófano. De hecho, la última vez pasó la noche en el hospital", relata Juan Carribero. 

"Tiene que hacerse en quirófano por todos los problemas de salud de Marcos y porque además está tomando sintrom y es muy complicado esto con su patología", añade el padre. Según cuenta la familia, para poder quitarle las muelas a Marcos "hay una lista de espera de un año. ¿Cómo va a estar un año entero con las dos muelas picadas y una de ellas hasta sin el empaste? Cualquier infección para él es una locura".

"No creo que tengamos que estar dándole medicación para el dolor de las muelas hasta que dentro de un año se las quiten. Además, ¿cuántas muelas estarán mal si la picadura corre para otros dientes? Es cierto que aquí en Jerez hay una clínica que lo ve de vez en cuando, pero nadie le puede hacer nada por su patología", subraya Carribero. 

Cabe recordar que el pasado mes de junio el jerezano Marcos Carribero fue operado en Sevilla para la sustitución "del tubo hidrocefálico que lo tenía roto". Fue la "operación número 50 de Marcos, y sabemos que nuestra vida no es fácil, llevamos 19 años luchando para que tenga calidad de vida y una salud estable".