La delegación de Medio Ambiente ha facilitado a los medios de comunicación un comunicado de prensa a través del cual establece que personal municipal adscrito al centro zoosanitario procedió, en la tarde del pasado martes, a trasladar a los tres caballos y al potro que sus propietarios abandonaron en un solar de propiedad municipal, situado en la calle Escritor Federico de la Vega en la zona sur de nuestra ciudad. Los mismos se encuentran ya albergados y cuidados en el centro municipal. El dueño de los animales, que ya ha sido localizado, tiene cinco días a partir de la notificación para proceder a la retirada de los equinos y trasladarlos a una explotación acorde a las necesidades de éstos.

Al respecto, desde la delegación de Medio Ambiente, se pone de manifiesto que el propietario de estos equinos será sancionado por la administración competente y tendrá que correr con los gastos de traslado, manutención, albergue y de personal. A partir de ahora, esta actuación se aplicará a las situaciones similares que se detecten, ya que es intención municipal seguir trabajando dentro de sus competencias para erradicar esta práctica a la que numerosos municipios de la provincia tienen que hacer frente en la actualidad.

Para la delegada de Medio Ambiente, Felisa Rosado, el traslado de estos equinos y que estén cuidados "es una prioridad. Buscar solución a estos problemas es por lo que se está trabajando desde hace meses". La representante municipal hace hincapié mediante el comunicado difundido a los medios en las sanciones que se impondrán por parte de la administración competente a los propietarios que no cumplan con la normativa reguladora y que a éstos se le cargaran los costes que se produzcan por traslado, albergue y manutención por parte del Ayuntamiento.

Los técnicos de la delegación de Medio Ambiente trabajan en este asunto junto a la Oficina de Comarcal Agraria de Jerez (OCA), dependiente de la Delegación Provincial de Agricultura de la Junta de Andalucía, y cuentan con la colaboración del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) y la Policía Local.

Desde la delegación dejan claro que son conscientes de la problemática de estos actos, ya que "la situación económica está propiciando el aumento de abandono de equinos". Así, la administración pública tiene la obligación de hacer frente a dificultades que hacen que la actuación sea más lenta en alguna ocasión. Entre estos problemas que baraja Medio Ambiente se encuentran la existencia de caballos sin identificación obligatoria; la tenencia de equinos por parte de sus propietarios sin contar con unas instalaciones adecuadas para su cuidado en propiedad o la existencia de núcleos equinos en distintos solares del municipio que no cuentan con autorización de sus dueños, instalaciones adecuadas, un cerramiento que garantice la seguridad de tráfico y, en muchas ocasiones, en unas deficientes condiciones físicas que hacen peligrar la propia vida del animal. Otro inconveniente al que señala la delegación que hay que hacer frente es al hecho de que los propietarios de estos caballos viven, en muchos casos, en otras localidades y abandonan a los animales en solares que van alternando para dificultar así las acciones administrativas. En otros casos, estas personas instalan a los animales que solares privados de otros propietarios que hacen difícil la actuación pertinente.

Así las cosas, desde Medio Ambiente se insta a los propietarios de caballos a que mantengan a éstos "en las condiciones reflejadas en la normativa vigente y que se hagan cargo de su bienestar". Es decir, que tengan códigos de explotación; una implantación correcta de microchip; mantener a los animales en buenas condiciones higiénico-sanitarias; realizar las vacaciones y tratamientos obligatorios; suministrar la asistencia veterinaria necesaria; facilitar la alimentación adecuada a sus necesidades, evitar el maltrato animal y no abandonarlo, así como su mantenimiento en un alojamiento adecuado. La delegación presidida por Felisa Rosado hace hincapié en que en épocas de altas temperaturas estos animales deben disponer de sombra, disponibilidad de agua y buena alimentación en sus habitáculos para poder hacer frente al calor de los presentes meses de verano.