Educación

Dos jerezanos reciben el premio a la Mejor Tesis de la Real Sociedad de Química

  • Alejandra Guerra y Antonio Cala han sido distinguidos por su trabajo y su trayectoria científica

Alejandra Guerra y Antonio Cala posan con sus premios.

Alejandra Guerra y Antonio Cala posan con sus premios.

Los jerezanos Alejandra Guerra y Antonio Cala han sido galardonados con el premio a la Mejor Tesis Doctoral del curso 2016/17 por la Real Sociedad Española de Química, siendo la primera vez que dos investigadores de una misma ciudad reciben esta distinción. El premio no sólo reconoce la calidad de las tesis presentadas, sino la trayectoria científica de ambos jerezanos, así como los méritos derivados de su tesis doctoral.

Alejandra Guerra, actualmente en el Instituto de Investigaciones Químicas (Universidad de Sevilla-CSIC), ya obtuvo por parte de esta institución el Premio a la Excelencia curricular en 2016. Su tesis versaba sobre "la caracterización estructural y funcional de la proteína citocromo c, modulador clave del metabolismo energético y, por ende, en el crecimiento celular".

El citocromo c es un inductor de la muerte celular programada, un mecanismo que usan las células para ‘suicidarse’ controladamente cuando poseen una gran cantidad de errores que comprometen su viabilidad. Sin embargo, en el caso de las células cancerosas, éstas son capaces de evadir las señales que le indican que deben suicidarse para evitar su proliferación. Los hallazgos descritos en esta tesis doctoral proporcionan un nuevo marco para investigar la modulación de la actividad mitocondrial por fosforilación del citocromo c, y poder desarrollar así nuevos enfoques terapéuticos más selectivos para patologías tales como el cáncer o la isquemia.

La joven jerezana ha reconocido que esta concesión “pone en valor y relevancia tanto científica como social el trabajo que he realizado durante mi formación predoctoral”.

“La tesis doctoral no es sólo fruto del esfuerzo del doctorando, sino también de familiares, amigos, compañeros de laboratorio y directores de tesis, que con sus ánimos e indicaciones hacen que la llegada a meta sea posible”, asegura.

“Por todo ello me gustaría dedicárselo a todos ellos, y agradezco que en esta nueva etapa post-doctoral sigan mostrándome su apoyo. También, me gustaría animar a todos aquellos jóvenes estudiantes de carreras de ciencias a que persigan sus metas pese a que el camino será a veces tortuoso”.

Por su parte, Antonio Cala, que actualmente desarrolla labores de investigación en la Universidad de Angers, enFrancia, basó su tesis, realizada en el grupo de Alelopatía en Plantas Superiores y Microorganismos del Departamento de Química Orgánica de la UCA, en encontrar nuevos compuestos que tuvieran la propiedad de estimular la germinación de semillas de plantas parásitas.Entre estas plantas “hay varias especies que afectan a cultivos de interés comercial en Andalucía como el girasol o la haba porque se ‘enganchan’ a sus raíces y se alimentan de ellas, reduciendo el rendimiento de estos (pueden llegar incluso a matar a la planta)”.

“Lo que buscamos con estos compuestos-asegura Antonio- es una futura aplicación como herbicidas. Se pretende aplicarlos en el suelo antes de iniciar el cultivo. De esta forma, las semillas de parásitas del suelo germinarían antes de que estén las plantas huésped y morirían antes de poder parasitarlas (porque no encontrarían alimento). Una vez encontrados compuestos con estas propiedades la siguiente parte de mi tesis fue modificarlos incluyendo unos azúcares llamados ciclodextrinas para que fueran solubles en agua y facilitar su aplicación en herbicidas”.

El investigador jerezano no oculta que dicho premio “ha supuesto un reconocimiento al esfuerzo que supuso mi tesis doctoral. No es la recompensa a un trabajo individual sino al esfuerzo conjunto que hemos realizado las personas a mi alrededor y yo. Porque la ciencia se hace mediante la aportación de muchas personas y me siento muy afortunado por haber tenido el apoyo continuo de mis directores de tesis y de mis compañeros de laboratorio. Además, he tenido el privilegio de poder colaborar con grandes investigadores tanto de dentro y como de fuera de España. Pero también es un premio a mi familia, porque no hubiera conseguido el premio sin su apoyo constante. Creo que, a fin de cuentas, es un premio para ellos más que para mí, y el mayor premio fue ver la cara de satisfacción de mis padres al verme recibir el premio”.

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