NOS incorporamos a Abril con el mes bien empezado y por tanto dejando atrás el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil (día 2), pero antes del Día del Libros y los derechos de autor (día 23).

Respecto a la segunda fecha, recordemos que en 2016 se cumplen 400 años de la muerte de Miguel de Cervantes, Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega. También en un 23 de abril nacieron - o murieron - otros escritores eminentes como Maurice Druon, K. Laxness, Vladimir Nabokov, Josep Pla o Manuel Mejía Vallejo. Por este motivo, esta fecha tan simbólica para la literatura universal fue la escogida por la Conferencia General de la UNESCO para rendir un homenaje mundial al libro y sus autores, y alentar a todos, en particular a los más jóvenes, a descubrir el placer de la lectura y respetar la irreemplazable contribución de los creadores al progreso social y cultural. Con nuestro artículo acompañamos un cartel elaborado por la ilustradora Mariana Ruiz Johnson.

Pero volviendo a la primera, y alk ser año par, IBBY ha concedido sus Premios Andersen de creación literaria y de ilustración en el campo de la Literatura Infantil y Juvenil. En esta ocasión el autor chino Cao Wenxuan y la ilustradora alemana Rotraut Susanne Berner han sido los galardonados. Cao es el primer autor chino que es finalista del premio, considerado el más prestigioso de literatura infantil de su país, mientras que Berner ha sido nominada en numerosas ocasiones por su obra. Cao dijo que recibe toda su inspiración de la sociedad china, que "me ha dado tantas historias vívidas y únicas que son bastante nuevas para los niños en otras partes del mundo", y que están pudiendo ser difundida gracias a las traducciones y publicaciones que numerosas editoriales de muchos países están realizando.Pero en España estamos aún a la espera de ello.

No es el caso de Berner, de la que podemos disfrutar de numerosas publicaciones, y que nos presenta con todo lujo de detalles sus libros ilustrados sobre escenas cotidianas, como "El libro del invierno", "El libro de la primavera",..., solo de imágenes pero con numerosas aventuras del día a día en su interior.

Pasando al otro tema al que se quiere acercar este artículo, y que es las versiones alternativas a los cuentos tradicionales (y no compañeras de viajes de estos), habría sin duda mucha tela que cortar. Podamos aquí hacer una primera reflexión sobre si hay que quitarle a los cuentos tradicionales lo que parece (y sí que lo es pero con su simbolismo) sexista, violento, inapropiado y descontextualizado para los valores que queremos.

Me remito a dos intervenciones de compañeras con mucha experiencia en contar cuentos tradicionales a su alumnado. Por un lado Montaña Montesinos nos dice: "Los cuentos tradicionales tienen un papel en el desarrollo de nuestros niños y niñas y es una pena privarles de la posibilidad de matar al lobo de Caperucita, comerse a la abuela, poner el caldero al fuego para que se caiga en él el lobo de los tres cerditos o ver danzar a la madrastra de Blancanieves en esos zapatos ardientes."

Por otro Susana Melero apunta: "Soy fan del cuento tradicional, porque todavía recuerdo la emoción que sentía cuando mi madre me contaba Caperucita Roja y el lobo se la comía. Porque en mi versión, la de mi madre y la de muchas madres, el lobo se comía a Caperucita... y no pasaba nada, porque luego llegaba el cazador. El cuento tradicional aporta un entusiasmo que perdura a través del tiempo... por algo será. Y como ejemplo a mis alumnos y alumnas, da igual la variedad que ofrezca que ellos siempre reclaman a gritos la llegada del lobo."