Una Navidad distinta
Crítica de Música
Una Navidad distinta. Parte del estribillo del villancico interpretado por Agujetas Chico podría servir perfectamente para definir lo que fue el espectáculo que el pasado viernes llevó a Villamarta el guitarrista Pepe del Morao, y que llenó por completo el aforo. Es curioso que las tres propuestas navideñas programadas para estos días en Jerez han colgado el cartel de 'no hay billetes', pues tanto esta del viernes, como la de ayer sábado e incluso la que se había planificado en la Sala Compañía a cargo de Juan Lara, también el viernes, se llenaron por completo. Se demuestra una vez más que el público, más si cabe si coincide con el puente de la Inmaculada, demanda este tipo de espectáculos.
Pero volvamos a 'Suena Jerez en Navidad'. Durante casi dos horas y media, el joven tocaor jerezano, encargado de la producción artística expuso un montaje basado principalmente en su anterior propuesta, Molchibe Calli, con la que obtuvo un tremendo éxito tanto en Villamarta como en los Museos de la Atalaya, los dos espacios en los que la exhibió.
La base pues correspondió a dicho montaje, de ahí que la mayoría de villancicos que sonaron sobre las tablas del Villamarta ya se oyeron en 2014 cuando el guitarrista dirigió la tradicional cita navideña de la Federación Local de Peñas Flamencas de Jerez. La estructura del espectáculo respondió a dos partes, y en ambas se contó con la presencia de varios artistas invitados, que pusieron de esa forma, la nota exótica.
Temas de Fernando Terremoto y Parrilla, algunos, como ya evidenciaron en sus anteriores propuestas, menos conocidos como 'A vendimiar', 'Virgen Desamparo', de los pocos que el grupo ejecutó de manera coral, y 'Pa que se cumplan sus leyes' conformaron un repertorio en el que los clásicos tuvieron poca presencia, y cuando lo hicieron sonaron a modo de popurrí.
Entre esas jóvenes voces con las que Jerez cuenta y que ya han demostrado sobradamente su validez, sobresalió la aparición de Rosario Heredia, cuya garganta, muy personal, esconde un sonido cuajado y afillao que gusta. La cantaora de la familia de los Fanega cumplió con creces arropada por el elegante violín de Bernardo Parrilla. También lo hizo Sandra Zarzana, un metal dulce y cándido que llevó a su terreno al Peregrino de Terremoto, y sobre todo Estefanía Zarzana, que tuvo que lidiar con uno de los villancicos (también de Fernando Terremoto) más complicados de ejecutar pero que lo salvó con mucho desparpajo. En esa línea estuvieron las hermanas Tomasa y María Peña, que como ya hicieron el pasado año con su tía María José Santiago en el Villamarta, bordaron el ya popular 'Gitanos de Santiago' con compenetración y buena puesta en escena.
Hubo también caras nuevas, representadas en esta ocasión por Gregorito Fernández. Se defendió bien el pequeño de los Parrilla completando su intervención con dos o tres patas graciosas que gustaron mucho al público. Otro debutante fue Iván Carpio. Envalentonado por los gritos de ánimo que su tía Manuela le hacía desde la platea, Iván se adentró en la bulería. Tiene buena voz, mucha fuerza y recursos de baile para entretener, aunque a veces alarga innecesariamente el cante. Fue muy aplaudido, tanto él como el Bercita, que se marcó una de sus pataítas marca de la casa.
Pero lo mejor de la primera parte, y casi de toda la noche junto a Tomasito, lo puso Luis Moneo. El cantaor de La Plazuela se sentó delante con la guitarra de Pepe del Morao, exquisito en el acompañamiento y en el montaje de las falsetas del espectáculo. Pepe transportó los tonos para que Luis ofreciera una personal versión de Los Campanilleros que hizo estallar al teatro. Quedan pocos como él, por eso cuando se sienta delante y aborda este tipo de cantes es para quedarse embobado y disfrutar de él. Ya lo hizo el año pasado con Los Cernícalos en esta misma cita, y el viernes lo repitió. Inmejorable.
La segunda parte del espectáculo transcurrió con el mismo formato, aunque esta vez con la inclusión de diferentes artistas invitados. Uno de ellos fue Maloko Soto. Pepe del Morao concedió al joven cantaor, que acaba de sacar disco, la oportunidad de hacer un villancico en solitario. Maloko, fiel a su estilo, recurrió a una creación vanguardista que defendió con desparpajo y tablas, ya que a la mitad del mismo un problema de sonido (el más grave de toda la noche al caerse un diferencial del teatro) dejó el escenario sin microfonía. Jaleado por el público y los suyos, el hijo del Bo sacó a relucir su experiencia hasta recuperar la normalidad, un detalle que el patio de butacas supo valorar.
También tuvieron su momento Dolores Agujetas y Manuel Parrilla, que rescató algunas de las falsetas de su tío. Por bulerías, Dolores ofreció una pincelada corta y que dejó al público con ganas de más, sobre todo porque tiene talento para otra cosa. Quizás la elección no fue la mejor.
En medio de un ambiente frío y en el que hubo escaso feeling entre escenario y público, apareció Tomasito. La flauta de uno de los mejores músicos que tiene esta tierra, Juan Parrilla, le hizo de colchón para que éste despertara del letargo al Villamarta. 'Tin, tin, Catalina' a noventa por hora reactivó al teatro. Tomasito, puro nervio, hizo una maratón de kilómetros por el escenario con esa gracia y esa maestría que posee. Un huracán de aire fresco, de energía y electricidad para todos. Con sus zapatos de claquet, Tomás taconeó, braceó y hasta tuvo tiempo de hacer el robot, siempre a compás. Fue un subidón. Ovación merecida.
Antes de encarar el final, Luis Moneo volvió a escena, esta vez para cantar por bulerías a Gema Moneo. La bailaora se gustó, reposó el baile y se ganó el merecido aplauso de un espectáculo que ya expiraba, pero que aún dispuso de una nueva cara, la de Agujetas Chico. El hijo de Dolores navega también en la vanguardia, y con una voz poderosa, interpretó un villancico propio acompañándose el mismo con la guitarra. Tiene soltura e irradia frescura.
Así transcurrió la primera propuesta navideña de Villamarta, un montaje al que le faltó dinamismo, le sobró tiempo y por momentos resultó monótono y cansino.
LA CRÍTICA
'Suena Jerez en Navidad'
Coro: Iván Carpio, Gregorito Fernández, Manuel Zarzana, El Bercita, Manuel Moneo Carrasco, Sandra Zarzana, Rosario Heredia, Estefanía Zarzana, Tomasa Peña y María Peña. Zambomba: Gregorio Fernández. Guitarras: Pepe del Morao y Fernando Carrasco. Percusión: Perico Navarro, Ané Carrasco y Rafael Fernández ‘Ito’. Artistas invitados: Tomasito, Luis Moneo, Dolores Agujetas, Manuel Parrilla, Juan Parrilla, Agujetas Chico y Ana Crisman. Violín: Bernardo Parrilla. Dirección artística: Pepe del Morao. Dirección Ejecutiva: Juan Alfonso Romero Día: 8 de diciembre de 2017. Lugar: Teatro Villamarta. Aforo: Lleno.
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