Nuevas vides, viejos tintos

Economía

Las variedades de uva tinta se extienden por la provincia, de la que desaparecieron con la filoxera · La Junta y Cádiz Rural dan a conocer en unas jornadas los 'nuevos' vinos de la Tierra de Cádiz, un filón por explotar

Nuevas vides, viejos tintos
Nuevas vides, viejos tintos
A. Espejo / Jerez

25 de noviembre 2010 - 01:00

Los vinos tintos de la Tierra de Cádiz han pasado en apenas diez años de una superficie de producción simbólica a contar en la actualidad con casi 400 hectáreas de viñedo, una quincena de bodegas y 25 marcas en el mercado.

Pero la elaboración de tintos no es ninguna novedad en la zona, donde desde la época romana varios siglos a.C. hasta 1.700 hay referencias de una viticultura muy similar a la que se realiza en la actualidad con variedades tintas, que dieron paso a la monovarietal blanca de uva palomino con la que se elaboran los vinos generosos de Jerez a raíz de la devastadora plaga de la filoxera que arrasó con el viñedo europeo a finales del siglo XIX, inicios del XX.

La ausencia de una historia reciente sobre tintos abre un universo de posibilidades para la provincia en torno a variedades universales -cabernet sauvignon, tempranillo, syrah o merlot- y otras autóctonas o singulares -tintilla de Rota y la petit verdot- que ha proliferado en los últimos años al abrigo de la necesaria diversificación de los vinos tradicionales de Jerez, a los que sirve de complemento, pero sin riesgo de que puedan usurpar su sitio.

La iniciativa privada, auspiciada por las Administraciones públicas, y en particular por la Consejería de Agricultura, es la responsable de la variedad y singularidad alcanzada en apenas una década por los tintos de la Tierra de Cádiz, fruto de nuevas vides que rememoran o recuperan los vinos que se hacían en Sanlúcar, Jerez y Arcos hasta el siglo XVIII.

Al hilo del auge de estos caldos, la delegación provincial de Agricultura ha organizado en colaboración con la asociación Cádiz Rural la primera Jornada del Vino Tinto en la provincia, cita patrocinada por La Caixa desarrollada ayer en la Estación de Viticultura y que de cara a próximas ediciones tratará de ampliar el número de plazas por el interés desatado en el estreno de esta iniciativa.

El objetivo principal de la jornada, dividida en una ponencia sobre la realidad de la 'revolución tinta' en la provincia y la posterior cata de 15 de los 25 tintos que ya hay en el mercado, es "aprender a valorar nuestros vinos", explicó durante la inauguración el delegado provincial de Agricultura, Juan Antonio Blanco, quien se mostró convencido de los beneficios de la contribución a un mejor conocimientos de los tintos de la Tierra de Cádiz.

No en vano, prosiguió Blanco, se trata de un "sector emergente, de futuro, con una estructura muy moderna y en el que hay empresas de todos los tamaños, pequeñas, medianas y grandes" que elaboran "tintos muy potentes, amables y singulares, que reflejan nuestra provincia, una tierra alegre y rica en matices".

A modo de conclusión, el delegado de Agricultura puntualizó que "nuestros tintos tienen que ir de la mano de los vinos de Jerez, que encierran la más alta representación de la calidad y el prestigio de la viticultura de la zona y con los que no compiten, pues e complementan a la perfección".

A partir de aquí, Blanco cedió el testigo a Miguel Gómez, enólogo y director técnico de la Compañía General de Vinos de Cádiz (Regantío), encargado tanto de ilustrar a los participantes sobre todo lo que rodea a la viticultura de las variedades tintas en la provincia como de dirigir la cata.

Gómez, quien se confesó un apasionado de los vinos y productor, apuntó en su charla a las que a su juicio deben ser las dos claves de la elaboración de tintos en la provincia: "la tendencia hacia una agricultura lo más natural posible" -producción integrada, ecológica, biodinámica...- y el convencimiento de que "podemos hacer vinos igual de buenos que Australia, Chile, California... que cualquier sitio".

"En Cádiz está todo por hacer porque no hay una historia reciente de tintos", señaló el ponente, quien no obstante puntualizó que hay dos premisas claras: "la cantidad está reñida con la calidad" y "sin buena uva es imposible hacer un buen vino por muy buen elaborador que se sea".

La alcaldesa, Pilar Sánchez, que se incorporó a la cata -es difícil evaluar 15 vinos, más aún de características tan dispares, aunque siempre hay algo que sorprende o que se descubre- elogió la trayectoria de los vinos tintos, que puso de ejemplo de "la apuesta por la innovación, la investigación y el desarrollo que está ocurriendo en la provincia y, en concreto, en el sector vitivinícola del Marco de Jerez".

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