Ochenta días con sus ochenta noches
Amigos y familiares guardan con celo los detalles de la situación de Antonio Fernández en prisión
Antonio Fernández cumplió ayer los ochenta días de internamiento en el centro penitenciario Sevilla-2, un complejo que fue inaugurado a bombo y platillo en julio de 2008 como centro bioclimático y con todas las comodidades para favorecer la reinserción de los reclusos. Sevilla-2 funciona como un 'pueblo autosuficiente', que cuenta con panadería, cocina, piscina, polideportivo, tiene 41 locutorios, 22 salas de visita y las últimas innovaciones en seguridad. Toda esta propaganda se vino abajo cuando la que se presentaba como la cárcel más segura de Andalucía registró en 2010 la fuga de dos peligrosos reclusos que aprovecharon las deficiencias de las instalaciones. También se ha contado algún que otro intento de fuga. A tiro de piedra de Morón y a 70 kilómetros de Sevilla, Sevilla-2 ha cuidado hasta su apariencia, un enorme edificio color albero y verde, en conjunto con el entorno de tierra y olivares que la rodea.
Fernández ocupa una de las 1.214 celdas del complejo, que constan de dos camas. En la prisión no ha podido encontrarse ni con Francisco Guerrero, que permanece ingresado en Sevilla-1, ni con su chófer Trujillo Blanco, que se encuentra en un pabellón de Sevilla-2 distinto al del ex presidente del Consejo. Fernández ha coincidido en prisión con dos de los más peligrosos asesinos del país: Manuel Carcaño, asesino confeso de Marta del Castillo, y José Franco de la Cruz, 'El Boca', autor del asesinato de la pequeña Ana María Jerez.
Durante estas semanas, Fernández ha recibido en prisión, cada fin de semana, la visita de los abogados, su propia familia y algunos amigos que, preguntados por su estado, se limitan a decir que "se encuentra tranquilo, muy animado". Existe una especie de 'código de silencio' impuesto a su entorno, que no suelta prenda de la situación y condiciones del recluso cuando son preguntados. Sí transcendió que, nada más pisar la prisión, pidió al director que le designase algún trabajo para "ocupar la cabeza". Luego se apuntó como posibilidad que estuviera ejerciendo como orientador. Conociéndolo, creo que Fernández podría hacer aquel inolvidable papel de banquero yuppie que hizo Tim Robbins en 'Cadena perpetua', el banquero acusado de matar a su mujer y a su amante que ayudaba a presos, funcionarios y al propio alcaide en sus problemas económicos. Antonio siempre ha sido un personaje controvertido, que despierta odios y amores por igual, pero siempre muy intensos. Ahora, la imagen de este Tim Robbins parece quedar dañada para siempre.
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