Opinión: Y todo por no pagar

M. Moure

02 de enero 2016 - 07:09

Las celebraciones masivas, y más después de los terribles sucesos del 'Madrid Arena', deben tener todos los papeles del mundo. Es cierto que la licencia cuesta dinero, así como que ésta obliga a contar con servicios de seguridad así como con otras medidas de control que gravan la celebración, pero no se debe olvidar que se trata de acontecimientos que dejan pingües beneficios al organizador. Y en muy poco tiempo. Ahorrar en seguridad, saltarse las normas, supone jugar con la vida de cientos de personas que depositan su confianza en unos presuntos profesionales que finalmente les traicionan. Tan sólo resta que las fuerzas del orden y la justicia hagan su trabajo y averigüen las condiciones en las que un sinfín de muchachos y muchachas iban a dar la bienvenida al Año Nuevo.

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