La primera visita del comisario europeo de Agricultura, Dacian Ciolos, a España se podría catalogar como una tímida toma de contacto. Es cierto que no es la primera vez que Ciolos se pasea por España pero sí era la primera con el recién estrenado Gobierno. Nada más llegar se ha reunido con Asaja que ha aprovechado la ocasión para lanzarle sus infinitas dudas y críticas al modelo que él mismo presentó el 12 de octubre.

La asociación le ha transmitido a Ciolos dos grandes temas: La inquietud de los productores españoles respecto al resultado final de la reforma y la preocupación por conocer la partida presupuestaria con la que contará finalmente la PAC. Dos temas que son de vital importancia porque forman la base un modelo sin el cual, en la práctica, no pueden hacerse más que conjeturas. En este sentido el comisario de Agricultura ha declarado en rueda de prensa: “España es el único gran país de Europa occidental que no va a sufrir una reducción de la aportación financiera en pagos directos”. Frase que aclara por lo menos parte de las dudas españolas aunque pone la pelota en el tejado del Gobierno porque ahora será el Estado el que confeccione el modelo de reparto aplicando criterios administrativos, económicos o regionales.

Asimismo, en el encuentro se ha analizado un tema de vital importancia para la provincia de Cádiz como es la ganadería y, por supuesto, un tema que también incide directamente en Cádiz, el greening o reverderecimiento de las ayudas. Una clave que a la postre se convierte en una medida de estrangulamiento burocrático sin sentido porque el campo ya cumple la mayoría de los ítems que se solicitan.

Los compromisos que acompañan a dicho ‘pago verde’ suponen un coste adicional para el agricultor, al tiempo que provocará mermas productivas y de competitividad. Por supuesto, se ha puesto encima de la mesa la ausencia de instrumentos o mecanismos de gestión de mercado, tan necesarios en situaciones de crisis de precios como las que afectan en estos momentos a algunas de nuestras producciones.

Ante este tipo de visita meramente diplomática es de suponer que el comisario repetirá destino y vendrá de nuevo a España porque es esencial que salga del despacho para observar el principal escollo a la hora de poner en práctica su política: España es heterogénea tanto en sus territorios como en sus cultivos por lo que es inviable el modelo que propugna. A este respecto, Asaja ha sido clara en decirle al comisario que, “la propuesta parece estar dirigida hacia agriculturas de monocultivo y zonas homogéneas, mientras que España y particularmente Andalucía cuentan con muchas y diversas agriculturas, como lo son también nuestros territorios y sistemas de explotación”. Por lo que “nos preocupa que la propuesta no diferencie entre secano y regadío, que penalice a  los sectores y zonas mas productivas y que no ofrezca salidas a la ganadería”, indican desde Asaja.

En cuanto a los mecanismos de gestión de crisis, Asaja apuesta por que se refuercen para poder gestionar de forma ágil y dar cobertura a todos los sectores y productos afectados. Igualmente, debe ser reforzado el papel de las Interprofesionales y adecuar la política de competencia a la realidad del sector.

Por último, Asaja considera que en esta reforma debe prevalecer la búsqueda de la competitividad de la agricultura, dando prioridad a las inversiones en las explotaciones y en infraestructuras agrarias, la innovación e investigación y en el relevo generacional, apoyando el abandono mediante medidas de cese anticipado y/o reestructuración de sectores no competitivos y la incorporaciones jóvenes a la actividad agraria.