Ante la reciente reunión de los viñistas integrados en Asevi, en la que manifestaron su desazón por quedar de nuevo fuera de las ayudas del gobierno central frente a otras zonas productivas, Más País Jerez considera que "se hace necesaria la intervención de Ayuntamiento de Jerez y Junta de Andalucía para que, olvidando su distinto signo político, trabajen conjuntamente para lograr apoyos económicos a los viñistas de Jerez en el marco de las ayudas extraordinarias COVID".

En una nota de prensa, la organización jerezana de Más País explica que "debido a la imposibilidad de establecer para nuestra zona y forma de producción Jerez/Xérès/Sherry, con sistema de Solera y Criadera, la llamada vendimia en verde, ya que técnicamente no se producen excedentes reales en el Marco de Jerez, éste queda excluido de la ayudas COVID que se van a poner en práctica en otras zonas productivas, lo que profundiza, por período de tres años, las diferencias en el sistema de ayudas oficiales, en tanto que nuestra producción de vinos es extraordinariamente más costosa".

En este sentido, entiende Más País Jerez "la conveniencia de estudiar entre ambas administraciones y la propia Asevi fórmulas mixtas que, vinculando estas actuaciones al desarrollo de industria turística en la propia viña, permita a la propiedad restaurar sus casas de producción y su adecuación a hostelería rural, restauración y mostos, u otros desarrollos económicos dirigidos a la creación de empleo y riqueza en el Marco de Jerez".

Añade Más País Jerez que "es necesario establecer nuevos planteamientos entre administraciones y entidades privadas que permitan recrear fórmulas de creación de riqueza y empleo sostenible". En este sentido, Más País Jerez "saluda con alegría la promoción por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen de cursos de formación sobre los vinos de Jerez y Manzanillas de Sanlúcar, dirigidos a profesionales y aficionados de la restauración".

Más País Jerez sostiene igualmente "la conveniencia de que el Ayuntamiento de Jerez promueva cambios en la redacción del histórico PGOU de 1995, aún en vigor, restaurando a su función de bodega de solera, aunque limitada a la producción de vinos VORS, ajenos a movimientos de carga y descarga, de los viejos cascos bodegueros en la zona histórica, recuperando para la ciudad el aroma de bodega que fue su seña de identidad histórica y carta de presentación ante los visitantes y orgullo vecinal".