Panisol busca inversores a la desesperada para evitar la quiebra
La panificadora precisa arrendatario para reflotar la actividad por la asfixia financiera que le impide hacer frente a las deudas
Panisol está sobre la delgada línea que separa el éxito del fracaso. Pero la crisis no hace distingos entre empresas rentables y ruinosas, a las que barre sin piedad por la asfixia financiera que sufren unas y otras, aunque sea por un problema coyuntural como el que, según los asesores jurídicos de la firma -el bufete Cosano y Asociados-, atraviesa la panificadora, que en pocos años ha pasado de ejemplo de empresa en expansión merecedora de un Premio Ciudad de Jerez por su labor social y aportación a la economía local a víctima perfecta del estrangulamiento del crédito.
Trabajadores de Panisol, cuya plantilla de unas 140 personas se vio reducida a la mitad tras los despidos masivos registrados en noviembre, muchos de ellos a petición de los propios empleados, se concentran en estos días a las puertas de la empresa en el parque empresarial oeste por los impagos salariales -de dos a tres meses- derivados de un desajuste puntual de tesorería, en concreto, un pasivo de unos tres millones que en un contexto económico distinto no habría supuesto mayores problemas.
En el actual escenario, sin embargo, la deuda en la que Hacienda y la Seguridad Social figuran como principales acreedores se ha convertido en un empinado obstáculo por la tardanza en la resolución del concurso voluntario solicitado por la empresa en septiembre, aún sin respuesta, señalan las mismas fuentes jurídicas.
El concurso habría paralizado la ejecución de los embargos, que abocaron a Panisol a la suspensión de pagos. Y muchas de las franquiciadas, que dejaron atrás importantes deudas colgadas, buscaron el abrigo de centrales de compra independientes, mientras que los cierres de tiendas de la cadena propia cayeron en cascada.
Con la panificadora al borde de la quiebra y sin apenas actividad, que ya estuvo paralizada un tiempo por el corte del suministro de luz, el propietario y sus asesores jurídicos buscan una solución a la desesperada para reflotar la empresa. La principal opción que barajan al margen del concurso es la búsqueda de algún inversor o arrendatario que apueste por mantener la producción en unas instalaciones en las que se realizó una inversión millonaria y que disponen de la última tecnología.
También te puede interesar
Lo último