Poeta, el perro de los ojos pintados
VIDAS PERRAS
De nuevo tengo el privilegio y responsabilidad de hablar de un ángel de cuatro patas, este ángel es Poeta y mi responsabilidad es tejer las palabras adecuadas para que alguien llegue a ver sus alas.
Poeta fue adoptado de cachorro y una vez más la historia se repetía: con un año el peluche había crecido y no era la figura de porcelana que deseaban, había que darle de comer, sacarlo a pasear, enseñarlo a hacer sus necesidades en la calle y por encima de todo había que amarlo, cosa que desconocía su familia, porque de ser así no lo hubiesen devuelto a la protectora. Pero a esto último no había que enseñarlo, Poeta nació sabiendo amar y de amor está sobrado.
Ellos querían una figura de porcelana, a la que sólo hay que quitarle el polvo pero esta bellísima figura de porcelana al llegar a la protectora se rompió. Al principio de su llegada a la familia de No Me Abandones, hubo que darle comida extra porque estaba escuálido, el dolor no lo dejaba engordar. Poeta nunca ha aceptado el abandono porque él nació para querer al ser humano, abrazarlo y estar apoyado sobre su regazo todo el día. Poeta hace poesía con su mirada, tiene los ojos perfilados de negro, lo que le hace tener una cara irresistiblemente bonita.
Cuando abrimos su chenil no sabe canalizar su felicidad al verte y hay que estar calmándolo unos minutos, después de los cuales es consciente de la realidad y se abraza a tu cuerpo con sus patas delanteras y te suplica, por favor, llévame contigo, no me vuelvas a dejar aquí solo de noche que eres para mí la mejor persona del mundo; y, es entonces cuando sus ojos con los rabillos pintados de negro te atraviesan el corazón.
Poeta te dice con su mirada que estará a tu lado siempre que lo necesites, que en él tendrás un amigo fiel e incondicional y te pide que le permitas hacer honor a su nombre dejándole entrar en tu vida y, "juntos hacer poesía".
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