A pie de campo

Prima de riesgo

"La prima de riesgo ha amanecido con un leve repunte respecto al cierre de ayer y ha alcanzado los 413 puntos", esta es la frase que eligen muchos en vez del "buenos días" de toda la vida. Desde luego no hay respeto por nada es gana de poner el cuerpo malo desde primera hora.

Dice un gran amigo jurista que todo el mundo sabe de Derecho, de Medicina y de Periodismo. Es una verdad como un castillo que se ha venido arriba hasta el extremo cuando Telecinco se ha empeñado en erigir como líder de opinión a Belén Esteban. A partir de ahí, no hay límites y en estos días, una materia que hasta ahora estaba en el Olimpo de los Dioses y con la que nadie se atrevía por no meter la pata, ya ha pasado a convertir el trío en cuarteto. Por gracia de la crisis, la gente también ha sumado a su cartera de carreras de Medicina, Derecho y Periodismo, la de Económicas y por este ascenso repentino todos hablan con soltura de la prima de riesgo, de la burbuja inmobiliaria, de los bonos nacionales, de planes de rescate y de deuda externa. Olé a la popularización de las materias que ha convertido en asequible términos que sólo se dejaban a unos pocos gurús de los dineros.

No hay respeto por nada. De toda la vida la prima de riesgo era esa hija de un tío o tía que se ponía a tiro a la mínima de cambio y le gustaba rozarse más que a una dinamo. Esa a la que la abuela con picardía miraba con recelo y siempre decía a su madre, sin ánimo de incendiar pero con muy mala idea: "Mari, cuidadito con la niña que un día tenemos un disgusto. Se te está yendo de las manos". Esa era la prima de riesgo de toda la vida y no había otra. El cuento ha cambiado, ahora la prima de riesgo es: El sobreprecio que paga un país para financiarse en los mercados en comparación con otros países. De esta forma cuanto mayor es el riesgo país, más alta será su prima de riesgo y más alto será el tipo de interés de su deuda. Dicho de otra forma, es la rentabilidad que exigen los inversores (interés) a un país para comprar su deuda soberana en comparación con la que exigen a otros países. La prima de riesgo mide la confianza de los inversores en la solidez de una economía. Sería bueno saber cuántos de los que lanzan la última hora de la prima de riesgo en vez de dar los buenos días saben cómo definirla. A esos habría que recomendarles que lo mejor de la prima es que si es hermana con más ganas y que dejen el papel de eruditos a los que lo son a poco que les pregunten van a quedar como primos.

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