Jerez

Primeros ensayos para suprimir el añadido de alcohol al vino de Jerez

El vino de Jerez no alcanza su grado de forma natural, sino que se encabeza con el añadido de alcohol vínico al mosto para modificar su contenido alcohólico hasta alcanzar el mínimo exigido para cada tipo por el reglamento de la Denominación de Origen.

En Montilla Moriles, donde se requieren un mínimo de 13,5 grados baumé frente a los 10,5 que rigen en el Marco para el inicio de la recolección de la uva, presumen de alcanzar la graduación alcohólica de forma natural, en la cepa, meta que se ha marcado un bodeguero jerezano, quien inició hace un par de meses los ensayos para alcanzar su objetivo.

El bodeguero en cuestión es Luis Pérez, hasta ahora dedicado a la elaboración de vinos tintos de la Tierra de Cádiz -Garum, Samaruco, Petit Verdot...- en sus instalaciones de la carretera de Morabita, quien se ha dado de alta como en el registro de bodegas de la Denominación de Origen del jerez para llevar a la práctica su proyecto.

Fuentes del sector aseguran que su idea es empezar de cero para alcanzar el máximo grado posible en la viña. Para llevar a la práctica su ensayo, Luis Pérez ha adquirido unas 40 hectáreas de viñedo que fueron propiedad de Nueva Rumasa, actualmente en proceso concursal. Las mismas fuentes ven interesante el proyecto, ya que la supresión del añadido de alcohol reduciría los costes de producción de los vinos de Jerez, en concreto por la vía del pago de impuestos.

Según otras fuentes, la climatología propia de la zona dificultan la tarea, ya que un mayor grado de la uva implica un alto riesgo de sobremaduración del fruto, que alteraría sensiblemente el producto final, tanto su color, como su aroma y sabor.

En todo caso, la experiencia tendría más posibilidad en los pagos de interior, como el elegido por este bodeguero, ya que son más secos que los del litoral, donde se tarda más en alcanzar el grado necesario para la vendimia, indicaron las mismas fuentes.

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