Varias asociaciones de vecinos adscritas a la coordinadora de distritos de Jerez 'Democracia Viva' han planteado a la delegación municipal de Urbanismo la recuperación de los huertos de ocio, una iniciativa que pretende hacer de la agricultura una forma de terapia y de ocupación para ciudadanos en general y personas mayores o con discapacidades en concreto.

El proyecto en cuestión tiene otra importante vertiente, como es convertir dichos huertos de ocio en una especie de cápsulas atemporales donde se mantengan y se conserven las formas tradicionales de la agricultura jerezana tradicional.

La propuesta presentada por 'Democracia Viva' en forma de alegación al Plan General de Ordenación Urbanística (cuyo plazo de información pública concluyó el pasado martes) pretende que el coste para el Ayuntamiento de Jerez sea el menor posible. Es por ello que en la propuesta se pretende que dichos huertos se ubiquen en la finca Santa Teresa, que en la actualidad es una de las principales ofertas medioambientales de la ciudad. No en vano, el hecho de que tenga cerca núcleos habitados como Los Albarizones, La Corta o El Portal y disponga de transporte público hace de dicho parque un enclave ideal.

Las estimaciones realizadas en la referida alegación -la cual ha tenido como ponente el presidente de las asociación vecinal 'Palos Blancos', Jesús Palomo- señalan la reserva de 50 parcelas de 200 metros cuadrados cada una de ellas para familias que las solicitaran; 9 de 150 metros cuadrados para asociaciones de todo tipo (principalmente vecinales) y otras 6 de 100 metros cuadrados que tendrían un eminente carácter divulgativo (Formación Profesional Ocupacional, experiencias escolares, visitasý). En total, se destinarían casi 12.000 metros cuadrados a dicho proyecto, es decir, 1,2 hectáreas.

La infraestructura que necesitarían los referidos huertos consistiría -según la alegación al PGOU presentada por 'Democracia Viva'- en una red de caminos que permitiera el acceso de maquinaria, un almacén para las herramientas, un pequeño invernadero y un estercolero, mientras que a nivel de recursos humanos se requerirían cinco trabajadores: recepcionista, agente dinamizador del medio rural, un perito agrónomo experto en agricultura ecológica y dos vigilantes medioambientales. Una de las condiciones de obligado cumplimiento para los hortelanos serían la imposibilidad de utilizar productos químicos tales como herbicidas o pesticidas.

Esta experiencia vendría a retomar los huertos de ocio de San José Obrero, creados en los años 80 por la delegación municipal de Urbanismo para 'alojar' a los propietarios de los huertos que se perdieron con la construcción del circuito de Jerez.

En la actualidad, hay cientos de pequeñas y grandes localidades españolas que disponen de huertos de ocio, la mayor parte de ellos gestionados a personas mayores. En la provincia ya existen experiencias similares en Rota, El Bosque o Los Barrios, mientras que en el resto de España existen huertos de ocio en localidades como Don Benito (Badajoz), Brunete (Madrid), Utrera (Sevilla), Gijón, Burgos o Murcia, por citar tan sólo unos pocos ejemplos. Eso sí, en algunas localidades los huertos de ocio se cuentan por centenares, caso por ejemplo de Torrejón de Ardoz (Madrid) con 1.200.