Ruiz-Mateos no podrá salir de España tras negarse a declarar en un juzgado

El empresario jerezano José María Ruíz-Mateos eludió ayer una orden de detención con su comparecencia ante dos juzgados de Palma de Mallorca por sendas estafas en la venta de hoteles , pero no pudo evitar la prohibición de salir de España impuesta por uno de los jueces tras negarse a declarar.

A su salida de los juzgados, el patriarca de los Ruiz-Mateos se refirió en términos despectivos hacia la Justicia, en la que dijo no creer, de ahí su negativa a declarar. "La Justicia es una vergüenza, pero sabe lo que le digo a los jueces: ¡Que me los paso por los cojones!", manifestó el empresario a los periodistas cuando abandonaba la sede judicial, en la que se negó a declarar acogiéndose a su derecho constitucional.

Ruiz-Mateos llegó a los juzgados de Palma con algo de retraso por la demora del vuelo en el que se desplazó desde Madrid. Acompañado de uno de sus hijos y su abogado, Ignacio Peláez, el empresario no paró de hacer declaraciones a los periodistas tanto a su entrada como a su salida, unas veces un tanto inconexas o confusas en las que culpaba al banquero Emilio Botín de todo lo que le está pasando y otras insultantes hacia los jueces.

"No me arrepiento de nada, me siento feliz y orgulloso de haber trabajado para la clase obrera", dijo a su llegada el fundador de Nueva Rumasa, quien se quejó de haber ido a los juzgados "a la fuerza como si fuera un reo de mala muerte".

"Yo no he hecho más que cosas buenas, y se empeñan en que soy malvado, un perverso. Esto es un cachondeo integral. Es una vergüenza todo lo que veo aquí. Si no existe Justicia. No saben lo que tienen que hacer. Antes de entrar ya tienen todo firmado", manifestó Ruiz-Mateos, quien acusó a Botín de ser el responsable "de todo lo que me ha pasado con Rumasa" y de comprar a los jueces.

A preguntas sobre si había declarado, el empresario contestó: "Si no creo en la Justicia, como voy a declarar. Una vergüenza, no existe, pero sabe lo que le digo, que me paso por los huevos lo que digan los jueces", reiteró.

Ruíz-Mateos repartió entre los periodistas un escrito con el título 'El espejo de mi alma' en el que asegura que le "cuesta cumplir" con la "obligación de los impuestos" y, por lo tanto, admite que "paga a disgusto". "También es cierto que esa desgana la provoca lo muchísimo que nos debe el Estado Español y que sigue sin satisfacer", añade.

En la carta, el fundador de Nueva Rumasa alaba la función de la Casa Real y, en especial, de la Reina, Doña Sofía, y arremete contra los jueces, ya que, a pesar de que "están preparados entre los mejores de Europa, no gozan de la independencia de la clase política como debería ser".

Ruiz-Mateos dice ser "objeto de la mayor infamia y falsedad y de la conducta más deleznable y canallesca" que ha conocido, aunque a pesar de esto, dice que su "amor a Dios está muy por encima", hasta el punto que acepta "de buen grado el presente y el futuro que quiera" para él.

El empresario jerezano también alude a la crisis y expone que "si de verdad hubiera cinco millones de parados sin ingresos de ningún tipo, España se convertiría en una revolución sin precedentes".

En la carta, Ruiz-Mateos tiene también palabras para su familia a la que ama "apasionadamente" y repasa la historia de sus empresas. "Si cuanto digo es verdad Dios me lo tendrá en cuenta, de lo contrario, que actúe en consecuencia", apunta.

Para acabar, añade una posdata dedicada a la Reina Sofía de la que se declara un "entusiasta admirador por la ingente, prudente y valiosísima labor que ha realizado en pro de nuestra patria" y expresa que "ni el Banco de España posee reservas de oro suficiente para pagar la labor meritoria y excepcional que realiza la Casa Real".