El futuro de Grupo Garvey pasa por liquidar casi todos sus activos

Marco de Jerez

Back in Business anuncia como primer paso el despido de la mitad de la plantilla y la concentración de la actividad bodeguera · La empresa asegura que en la posterior venta de bienes "no hay nada intocable"

El futuro de Grupo Garvey pasa por liquidar casi todos sus activos
El futuro de Grupo Garvey pasa por liquidar casi todos sus activos
Ángel Espejo

25 de enero 2012 - 05:00

Algo más de cuatro meses después de la compra de Nueva Rumasa por parte de Back in Business, el director de la división de Alimentación y Bodegas del grupo adquirido a la familia Ruiz-Mateos, Fernando Lavernia, expuso ayer en Jerez las líneas maestras del plan diseñado para garantizar la continuidad del negocio bodeguero en el Marco de Grupo Garvey. Y el futuro pasa ineludiblemente por el despido de la mitad de la plantilla (casi noventa trabajadores de los 164 actualmente en plantilla) y la concentración del negocio bodeguero, a corto plazo, así como la venta de la mayoría de los activos inmuebles de la compañía, a diez años vista. “Se pone todo en el mismo cesto”, en el que entran las instalaciones de las cuatro bodegas concursadas, a saber, Complejo Bellavista, Zoilo Ruiz-Mateos, Valdivia y Teresa Rivero, porque “no hay nada intocable”, subrayó Lavernia.

En una jornada maratoniana, el director de Alimentación y Bebidas del grupo presentó ayer a los trabajadores, los medios de comunicación y los sindicatos los planes de sostenibilidad y viabilidad ideados por los nuevos propietarios de Nueva Rumasa: el primero, de ejecución inmediata para no generar más deuda y ajustar la plantilla a las necesidades reales de producción; el segundo, pensado para hacer frente al pasivo que arrastran las sociedades del grupo.

“Cuando llegamos a Jerez, las bodegas estaban completamente descapitalizadas, con muchos pasivos –la nueva propiedad desconoce la cifra exacta, si bien en nota de prensa apunta a una deuda conjunta entre las bodegas en proceso concursal de 92 millones–, un apalancamiento muy grande y el negocio prácticamente parado”, explicó a modo de introducción el responsable de Nueva Rumasa, quien afirmó que “el negocio no da para el pago a los acreedores, que podrá hacerse con la venta de activos”.

Tomando como referencia los ejercicios anteriores, a Back in Business le salen las cuentas del Grupo Garvey, pero no contaban con las hipotecas que pesan sobre la mayoría de las sociedades del grupo, su mayor sorpresa, admitió, por encima de los tenedores de pagarés (pasivistas). Pero aunque hay “bastantes grupos interesados” en la compra de activos, Lavernia puntualizó que “aún no se ha puesto nada a la venta ni nadie ha dicho que de vender ahora mismo”.

En este sentido, el directivo de Nueva Rumasa avanzó que “no creo que agotemos el paso de un ciclo para empezar con el futuro. De hecho, cada día que pasa empeoras el futuro, porque si con los activos que tienes, los bienes que tienes y el stock que tienes te dedicas a pagar deudas hasta donde no llegas con las ventas, estás cortando, entre comillas, el futuro” y apostilló que “no habría nada con lo que continuar si lo liquidas ahora mismo”.

Efectivamente, la liquidación de activos forma parte de una etapa posterior, pues las primeras medidas, dentro de la fase común en la que se encuentran los concursos, se centran en la reestructuración interna para empezar a pagar el crédito contra la masa, es decir, la deuda generada desde que se declararon los concursos, con el que se paralizan los embargos y otras deudas pendientes, pero no las derivadas de la actividad cotidiana.

La búsqueda del equilibrio entre ingresos y gastos desemboca en el ajuste de plantilla y a la concentración de la actividad, para lo que el responsable de Nueva Rumasa anunció que la próxima semana empezarán a trabajar en la aprobación de un expediente de regulación de empleo (ERE) para la extinción de los contratos del 54% de la plantilla global de las bodegas, “y llegaremos a acuerdos con sindicatos y trabajadores para que sea lo menos drástico posible, pues se trata de buscar la continuidad de las sociedades y con el máximo de puestos de trabajo”.

La empresa confía en cerrar a la mayor brevedad este ciclo –despidos y equilibrio contable–, en el que también se contempla la unificación de todas las sociedades en una nueva, bajo la que se agruparán trabajadores y actividad con idea de que “si Dios quiere, en un futuro pueda crecer y pueda seguir contratando a gente, empezando por los que se despidan”.

Al hilo de estas declaraciones, Lavernia expresó su deseo de que “no se piense en despidos, sino en que la mitad de los trabajadores mantendrán sus puestos”, porque “el mensaje que tiene que quedar claro es que se trata de conseguir la continuidad de bodegas que tienen más de 200 años de antigüedad”, al tiempo que recalcó que “el plazo para empezar con el proyecto de sostenibilidad –consensuado con la administración concursal– es ya, porque no se puede generar más deuda y hay que pagar la que hay”.

Back in Business dejó claro, no obstante, que no invertirá nada en la actual fase del proceso, ya que cualquier gasto añadido iría en contra de la sostenibilidad, cuyo principal aval serán, por tanto, las ventas que realice Grupo Garvey, que cuenta con cinco bodegas para la crianza y almacenamiento de vinos, vinagre y brandy –junto a las cuatro concursadas figura Vinícola Soto– con una capacidad conjunta de 83.000 botas; cuatro plantas de embotellado con un rendimiento agregado de 30.000 botellas/hora; 300 hectáreas de terreno aptas para viñedo; cuatro almacenes de producto terminado y tres centros de visitas.

El director de Alimentación y Bebidas de Nueva Rumasa quiso lanzar un mensaje de tranquilidad a los inversores de pagarés, a los que reiteró que “siguen teniendo las mismas garantías que antes, que son las sociedades que avalaron los pagarés”, de cuyo volumen se desconocen aún cifras exactas. “Estamos atendiendo a los pasivistas y aún no está completamente claro en los balances –el importe de la deuda–, pero se pondrá”, dijo Lavernia.

Por lo demás, y para sacudirse la fama de liquidadores que les precede por el resultado de su desembarco en Viajes Marsans, Lavernia respondió a preguntas de los periodistas que si bien “no puedo certificar la continuidad del grupo”, la principal diferencia entre uno y otro es que “mientras las bodegas de Nueva Rumasa generan negocio, el de Marsans era cero”.

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