SOS del mercadillo de los lunes en Jerez
Ciudad
Vendedores de la zona sur lamentan el declive de uno de los mercadillos más populares de la ciudad
Reclaman cambios para poder afrontar la competencia y la caída de las ventas
Así está el mercadillo de los lunes de Jerez, en imágenes
Jerez/"Entrada gratis, rubiaaaa. La salida a lo mejor te la cobro". Es uno de los gritos de bienvenida del mercadillo de los lunes (conocido también como los gitanos) en la zona sur. El olor a aceitunas se mezcla con el del plástico que tapa los puestos y se recalienta por el sol. El calor aún no aprieta a las once de la mañana y son muchas las personas, en su mayoría mujeres, que recorren los puestos ubicados junto al Estadio Pedro Garrido.
Ahora el número de vendedores ni siquiera llega al centenar cuando, en sus buenos tiempos, medio millar de puestos llenaban esta explanada ahora casi desolada. Bragas a un euro, vestidos 'made in Italy' y toallas de personajes Disney cuelgan de los toldos en los que la venta ambulante, la más tradicional, se mezcla con carteles de "Se acepta pago con tarjeta" o "Pague con Bizum".
Esta pequeña adaptación a las nuevas tendencias no son, sin embargo, suficientes para que a los vendedores le salgan las cuentas a final de mes. "¿Ves todos esos cuadrados vacíos? -dice uno de ellos señalando las líneas pintadas en el suelo-, todo eso son puestos que ya no montan aquí". Lo cuenta uno de los 'supervivientes' con una mezcla de nostalgia y resignación.
Las causas de la caída de uno de los mercadillos más populares de la ciudad no están claras. Unos vendedores aseguran que las ventas comenzaron a caer tras la llegada de grandes superficies a Jerez; algunos destacan que la pandemia puso la puntilla al comercio ambulante; y otros tantos aseguran que la ciudad no tiene población suficiente para montar tantos mercadillos cada semana. Se refieren a que, además, de este de la zona sur, son muchos los jerezanos y visitantes que acuden puntualmente a los que se montan en La Granja, La Plata y Estella, a apenas unos kilómetros de Jerez.
¿Hay solución para los mercadillos tradicionales?
"¿Venís del Diario a hacer un reportaje?", pregunta un hombre desde su puesto. Al confirmar sus sospechas responde contundente: "Por favor, dadle las gracias a la alcaldesa por su implicación con el mercadillo de la zona sur". Unos segundos después suelta una carcajada y añade: "Bueno, eso fue lo que prometió en campaña, después no la hemos vuelto a ver, la verdad. Ponedlo en el periódico para que se sepa que aquí en elecciones todo el mundo promete y después no vemos a nadie”.
También aseguran que tienen que luchar contra la competencia desleal que supone "que haya vendedores aquí que no pagan licencia. La mía la tengo puesta, ahí fuera está para que se vea. Pero no seré yo el que le diga a la Policía qué tiene hacer...", espeta con ironía.
La apatía entre gran parte de los comerciantes sondeados es evidente: "Mira, sólo tienes que mirar a tu alrededor. No hay apenas gente". Lo dice uno de los vendedores que se ha criado casi literalmente entre las calles de esta explanada de la zona sur, lunes tras lunes. "Mi padre ya vendía aquí y mientras me metía en una caja. Mis hermanos también venden aquí y, aunque a nosotros ya nos conocen y tenemos compradores fieles, la cosa está muy mal".
"Es que la gente joven ya apenas viene aquí, lo compran todo online. Mis hijas todo lo piden en Shein", dice uno de los vendedores. Además, lamenta que "nosotros tenemos que pagar por estar aquí alrededor de mil euros por la licencia, da igual que montemos o que llueva y no montemos. Mientras que cualquiera con una tienda por Internet vende lo que quiera sin pagar lo que estamos pagando nosotros".
"Deberían agrupar todos los puestos, que ahora estamos cada uno en una punta", aconseja uno de los históricos, mientras que otro aboga por "dejar un sólo mercadillo en la ciudad a la semana, como han hecho en Sevilla que tiene mucha más población que Jerez". Incluso, -ya que propuestas hay casi tantas como vendedores- hay quien ve con buenos ojos "un traslado del mercadillo de los lunes al centro, a la plaza del Arenal. Eso daría vida al centro y a los comerciantes".
El triunfo de 'la' Pamela
A pesar de las horas bajas que vive el comercio ambulante, los más fieles compradores acuden puntualmente cada semana a este mercadillo. Mientras recorren los puestos no pueden evitar sonreír ante las ocurrencias que, a voces, repiten los vendedores y vendedoras: "Mari, ¿qué haces, chocho? Párate"; "Niña, sábanas nacionales, de las que no se te caen al suelo"; y "mira, las mismas que usa Tamara Falcó", son algunos de los reclamos que, aunque no se oirán nunca en ninguna facultad de marketing, forman parte del encanto de este tradicional mercado.
Entre los gritos que se repiten sobresale el de una de las vendedoras más queridas. "La Pamela es de las que más vende", aseguran. De hecho, localizarla es fácil. Antes de terminar de montar su puesto ya tiene cola de compradoras esperando. ¿Su secreto? "Muy fácil, vendo lo mismo que en las tiendas pero más barato porque me quedo con menos margen de ganancias", cuenta sonriente, mientras las mujeres se le van acercando para pagar. A esta sevillana, como a otros tantos, no le hace falta una calculadora: "Diez esto, doce de la falda, ocho esto otro... 54 euros y si no te está bien la talla, vienes y lo cambias", avisa sonriente, mientras se despide otra cliente feliz.
El caso de Pamela es la excepción y, pese a ello, reconoce que las ventas han bajado. El verano está a la vuelta de la esquina y la situación, lejos de mejorar, empeorará con las altas temperaturas. El mercadillo de la zona sur "irá a peor", auguran aquellos que cada semana procedentes de Jerez y Sevilla, principalmente, recorren localidades de toda la provincia. "No he estudiado pero sé lo que funciona y lo que no, sé cómo montar si hace aire, qué hacer cuando aprieta el calor... y si no se hace nada cada vez vendrán menos vendedores".
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