Jerez

El SUP defiende sus reivindicaciones y dice sentirse respaldado

  • El Sindicato Unificado de la Policía considera que la respuesta del resto de sindicatos sólo intenta "confundir a la ciudadanía"

  • Desde este colectivo lamentan que sus protestas vayan a provocar "consecuencias disciplinarias"

Una imagen de la Comisaría de Policía de Jerez.

Una imagen de la Comisaría de Policía de Jerez.

El Sindicato Unificado de la Policía ha querido responder a la nota de prensa emitida el pasado 28 de junio por las organizaciones sindicales JUPOL, CEP, UFP y SPP en las que se desmarcaban de las quejas y denuncias presentadas por el primero sobre las irregularidades en la jornadas de trabajo que están afectando a los funcionarios adscritos a la UPR. 

Desde el SUP respetan esta acción sindical, si bien consideran que dicha publicación vertía "afirmaciones injuriosas contra esta organización sindical con la intención de confundir a la opinión pública, lo que resulta inaceptable".

En opinión del Sindicato Unificado de Policía, "los funcionarios adscritos a la UPR hasta enero de 2022 han venido cumplimentando sus servicios conforme a un cuadrante de servicios consensuado, aprobado y aceptado por todas las partes, dándose cumplimiento a la normativa dictada por la Dirección General de la Policía que regula las jornadas de trabajo. Dicho cuadrante permitía compaginar las funciones propias de la unidad con la conciliación de la vida familiar, existiendo un equilibrio y perfecto desarrollo en la actividad policial de la UPR".

"De forma unilateral, el responsable directo de la citada Unidad procede de motu propio a variar el cuadrante de servicios, provocando con ello menoscabos en la conciliación de la vida laboral con la personal y familiar de los funcionarios, al introducir cadencias y cambios que rompían la armonía existente de forma previa. Por ejemplo, para que los ciudadanos tengan pleno conocimiento de estas irregularidades, por la Jefatura de la Unidad se cambian los cuadrantes de servicio 'de la noche a la mañana'; se llama a los funcionarios directamente a sus teléfonos móviles particulares para que se reincorporen al servicio, sin respetar los intervalos legales, excediendo los horarios de terminación del servicio, y no ya no sólo sin compensación económica o en descanso, que no es lo que pretenden los funcionarios, sino sin explicación alguna. Se sabe cuándo se incorporan al servicio pero no cuándo lo finalizan. 'Ordeno y mando'. Un funcionario de la UPR a día de hoy no puede organizar ni planificar su vida personal y familiar –eventos, viajes, descanso…- porque están expuestos constantemente a recibir una llamada telefónica a su móvil privado para su incorporación al servicio y desbaratar sus planes de vida familiar", explica el comunicado.

Ante esta situación, "el SUP desde enero ha venido presentando escritos reiterados ante la Jefatura, denunciando la situación irregular y la necesidad de respetar el derecho de todo empleado de conciliar la vida laboral con la personal y familiar. Sin respuesta".

Como se observa de todo lo expuesto, "las acciones llevadas a cabo por parte del Sindicato Unificado de Policía obedecen simple y llanamente a la tarea encomendada a las organizaciones sindicales de velar por los derechos socio laborales de sus compañeros, en el desarrollo de la libertad sindical que legítimamente ampara a las conductas llevadas a cabo, es decir motivado todo y de forma exclusiva en el ámbito laboral. No podemos decir que nos sorprenda la nota de prensa publicada por esas organizaciones sindicales, ya que revelan que le ocupa otros intereses ajenos a la defensa de los funcionarios o eslabones más débiles. Es natural que se sientan perturbados por su inacción y por salir en defensa de unos jefes frente a los funcionarios afectados".

El SUP asegura que "no ha sido nada fácil la decisión de llevar a cabo las medidas adoptadas en forma de movilización para exponer a la luz pública la situación bajo la que se encuentran los miembros de la unidad UPR, siendo las mismas derivadas de la situación de desesperación en la que se encuentran los funcionarios; pero lo que más preocupa, a reglón seguido a este sindicato y comprobando el cariz que está tomando el asunto, es el hecho de que sobre el eslabón más débil, los componentes de la unidad, se produzcan consecuencias disciplinarias ante las reivindicaciones llevadas a cabo reclamando derechos laborales, repercusiones que auguramos pueden producirse en un siguiente paso".

A su juicio, "los sindicatos firmantes de la nota no representan la opinión de la plantilla policial de Jerez de la Frontera, donde el SUP representa a la casi totalidad de esta. Pero esto es irrelevante. Lo relevante es que dichas Organizaciones no pueden otorgarse ser los 'portavoces de la verdad y de la honorabilidad de la UPR de Jerez', ya que la UPR actualmente está formada por 25 funcionarios, 18 están afiliados al SUP. Pero no acaba ahí lo paradójico en la 'auto proclamación de portavoces' de los firmantes de la nota, y es que además de esos 18 miembros de la unidad UPR afiliados al SUP, las medidas llevadas a cabo han sido secundadas por otros dos funcionarios de la Unidad, afiliados a una de las siglas firmantes de la nota".

Para el SUP resulta significativo que "el equipo de mando de la UPR, entre el que se incluye el Jefe de la Unidad, cuyo cese reclama este sindicato, son los únicos funcionarios que no han secundado las reivindicaciones de respetar la conciliación de la vida laboral con la personal y familiar. Parece que el hecho no requiere mayor entendimiento".

Obviamente, "si la casi totalidad de la Unidad reclama a gritos desesperados, medidas para restablecer el derecho a la conciliación de la vida laboral con la personal y familiar -entre ellos componentes ajenos a esta organización sindical-, todo parece indicar que algo puede que no se esté haciendo bien, pues es difícil conseguir tal grado de descontento en la amplia mayoría de los funcionarios adscritos a la Unidad, incluso a los ajenos a este sindicato".

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