El artículo 25 del capítulo 1 del título III de la Ordenanza Reguladora de la Feria del Caballo de Jerez de la Frontera, dedicado al uso y explotación de las casetas, establece que "Todas las casetas serán de libre acceso. No obstante, se podrá reservar un espacio de la superficie para sus socios que no sobrepase el 25% de la misma, diseñando en el proyecto de solicitud el sistema de acotamiento de este espacio. Asimismo y previa comunicación en la misma solicitud, se permitirá reservar por un solo día, que deberá fijarse entre los dos primeros días de feria, el uso privado para los titulares de la caseta con objeto de facilitar la convivencia de los socios o simpatizantes de ésta, denominándose ‘Día del Socio’”.

La Asociación de Casetas Tradicionales, que agrupa a más de medio centenar de caseteros, comparte la idea de mantener una Feria abierta al público y plural -"todas las casetas serán de libre acceso"-, signo distintivo de la cita jerezana frente a otras ferias de primavera, como la de Abril de Sevilla, en las que predominan las casetas privadas.

Sin embargo, los caseteros consideran necesario introducir una serie de modificaciones en la ordenanza para preservar las señas de identidad de la Feria del Caballo frente a su deterioro paulatino por la proliferación de las casetas discotecas y otras prácticas cuanto menos discutibles, así como para recuperar la ilusión "perdida" de los jerezanos por su feria.

Entre las propuestas que la asociación trasladará a los responsables municipales para reconducir la feria, quizás la más controvertida y que ha desatado más críticas es la de ampliar el "mal llamado Día del Socio" recogido en la Ordenanza con la incorporación de una segunda jornada en los últimos días de la celebración que ellos prefieren llamar 'Día de la Caseta' en el que se reservarían el derecho de restringir el acceso a personas ajenas al círculo familiar y de amistades de los titulares de la caseta.   

La asociación insiste en que "no se trata de avanzar en la privatización" de la Feria, algo que consideran "absurdo", ya que el fin último de esta propuesta, prosiguen, es reforzar la presencia de los jerezanos y el ambiente familiar en el tramo final de la Feria, "que se ha perdido".

Los caseteros tradicionales consideran que el segundo 'Día de la Caseta' contribuiría a a reducir de un lado el desapego de los jerezanos de la principal de las manifestaciones festivas de la ciudad, y de otro a salvaguardar la identidad y los valores de la misma "sin renunciar a su carácter público y plural".

El colectivo reitera que sus propuestas no persiguen la privatización, sino el establecimiento de unas reglas de juego iguales para todos que garanticen la normal convivencia de la esencia, el prestigio y la imagen, así como de los distintos intereses que confluyen en la feria dentro de un orden establecido, objetivo en el que confluyen las medidas o sugerencias que presentarán a los responsables municipales.

"El jerezano está cada vez más desvinculado de la Feria, está fuera y no participa en la gestión de las casetas ni en el segundo tramo de la Feria”, señala un portavoz de la asociación en alusión a la ausencia de cada vez más jerezanos el último fin de semana, que "prefieren dedicar a otras actividades" por la masificación en estos días ante la llegada de multitud de visitantes.  

Además, añade, la creación del segundo 'Día de la Caseta' invitaría a trasladarse a Jerez para disfrutar de la Feria a muchos jerezanos que residen en el exterior y únicamente pueden venir los fines de semana.

"El segundo tramo de la Feria está perdido y pensamos que, de esta forma, se podría corregir este desapego de los jerezanos, algo a lo que también contribuiría el fomento de las casetas familiares, de grupos de amigos, barrios, asociaciones, peñas…", para lo que consideran fundamental establecer medidas que regulen la "subrogación" de las casetas, principalmente por parte de las hermandades.

Las casetas de hermandades, otra de las claves para reconducir la Feria

Las casetas tradicionales consideran que la "subrogación" en estas últimas -las casetas de hermandades- se ha ido de las manos, por lo que entienden que habría que regular esta práctica de forma que las hermandades puedan ceder la gestión a grupos de amigos con un mínimo preestablecido, quizás de 50 personas, de las que al menos la mitad sean hermanos.

Según el portavoz, las hermandades seguirían teniendo así unos ingresos para sufragar sus costes, fundamentalmente la salida procesional de sus titulares en Semana Santa-, sin necesidad de dejar la caseta en manos del mejor postor, que por lo visto hasta ahora suele ser un hostelero relacionado con el ocio nocturno y que "hará todo lo posible por recuperar su inversión y tener el mayor beneficio posible". Y aunque es legítimo, llevo implícito el riesgo de que convierta la caseta en una discoteca, con la música a todo volumen, copas largas y otras 'desviaciones' que desvirtúan la esencia de la Feria.

Además, advierte la Asociación de Casetas Tradicionales, la subrogación directa a los hosteleros provoca en la mayoría de los casos un aumento disparatado de los precios, que estarían más controlados si se hicieran cargo de las casetas grupos de amigos, que más que por el lucro se inclinan por que reine un buen ambiente en la caseta para que cualquier persona pueda pasar un buen rato en la Feria en compañía de amistades y familiares.