Sucesos Crimen en Los Pinos

Sospechan que el asesino quiso meter el cadáver de su pareja en una maleta

  • El agresor ha ingresado hoy en la prisión portuense de Puerto II

Una mujer de nacionalidad china de 35 años fue apuñalada al borde de la medianoche de ayer en un piso de la barriada de Los Pinos, urbanización que se ubica frente a las instalaciones del Campus de Jerez, tal y como ya adelantara Diario de Jerez. La mujer no estaba embarazada, según pudo conocer este medio, aunque los vecinos así lo sospechaban pues "la mujer era grande, entradita en carnes".

El luctuoso suceso se produjo en el 4ºC del bloque 12, en un piso alquilado por ciudadanos chinos, por unos 400 euros, que, a su vez, era realquilado a otros compatriotas que disfrutaban de una cama tras pagar una cantidad pactada de antemano, explicaron varios vecinos. Algunos de los actuales ocupantes de la vivienda trabajan en negocios ubicados en las proximidades. La Policía, que ayer se decantaba por un delito vinculado a la violencia de género, detuvo al presunto homicida, pareja de la víctima, un hombre de la misma nacionalidad de 36 años. El homicida aprovechó que se quedó solo con la mujer para acabar con su vida. Una llamada de una compañera de piso que se encontró con la víctima muerta en el suelo en posición fetal alertó a la Policía Local, que fue la primera fuerza de seguridad en entrar en el piso. Allí encontraron a la víctima, que presentaba varias heridas en el cuello, varias de ellas mortales de necesidad, y al presunto asesino. La amiga avisó a otros compañeros y éstos se apresuraron en llegar al piso. Una vez que los agentes comprobaron que nada se podía hacer para salvar a la mujer se procedió a solicitar los servicios del juzgado de guardia, que estos días es el de Instrucción número 1. Acudieron tanto la jueza -que de forma inmediata decretó el secreto de sumario-, la forense así como los especialistas del Cuerpo Nacional de Policía.

Fue al borde de la 01:30 hora de la madrugada cuando los agentes procedieron a llevarse detenido al presunto asesino, que se encontraba en situación irregular en España, pero que conoce la lengua castellana. Solicitó a los policías que le tapasen la cara con una cazadora para que no se le reconociese, a lo que éstos accedieron. Tras él fueron saliendo uno tras otro los seis compatriotas suyos que se encontraban en el piso cuando entraron los agentes. Tanto los servicios judiciales como policiales contaron en todo momento con la ayuda de una joven intérprete que les ayudó a salvar las barreras lingüísticas con los detenidos.

Uno de los detalles más escabrosos del caso, según pudo saber este medio, fue que junto al cuerpo sin vida de la mujer apareció una maleta en la que se presupone que el asesino podría haber tramado introducir el cadáver de la mujer para deshacerse de él, indicaron fuentes del todo fiables, aunque tampoco se descarta que la razón de que allí hubiera una maleta fuera que el homicida pudiera estar preparando su huida.

Fue pasadas a las 3,37 horas cuando llegaron a la barriada los servicios funerarios de la compañía Servisa, que es la encargada de trasladar al Instituto Forense de Cádiz los denominados cadáveres 'judiciales', es decir, aquellos cuerpos que deben ser sometidos a una autopsia por orden del juez. Media hora más tarde, el cuerpo de la ciudadana china fue bajado en una bolsa a través de las angostas escaleras por los trabajadores de la funeraria (que llegaron procedentes de Arcos) y por agentes del Cuerpo Nacional de Policía.

El suceso, obviamente, provocó un gran revuelo en esta tranquila barriada, "un lugar donde no hemos padecido más problemas que algunos chavales haciendo botellón", aseguraba un vecino. De todo el vecindario, quien peor lo pasó fue la vecina del 3º C, que se ubica justamente bajo la vivienda en la que se produjo el homicidio. "En ese piso siempre se oían golpes fuertes, discusiones. Allí siempre hacían mucho ruido, como si arrastraran muebles, y había que pedirles que se callaran". Tanto es así que esta vecina se puso en contacto con la propietaria del inmueble, una mujer que responde al nombre de pila de Paqui "para que hiciera algo". En lo que todos los vecinos coinciden es que el 4º C del bloque 12 de Los Pinos "era un constante ir y venir de chinos". Los seis que fueron a prestar declaración, auxiliados por una intérprete, quedaron en libertad pues no parecen estar implicados en el suceso.

A la puerta del bloque 12 los vecinos comentaban en plena madrugada que "al hombre que la ha matado se le veía los últimos días hablar por el móvil a gritos, dando vueltas de un lado a otro. Se le veía nervioso y enfadado". Un ataque de celos, el 'para mí o para nadie', se baraja como la causa más probable que pudo llevar a este súbdito chino a apuñalar hasta la muerte a su pareja. Conforme avanzó la noche, el sueño fue venciendo a los vecinos. Cuando el cadáver fue introducido en el furgón, tan sólo cinco jóvenes curiosos aguantaban despiertos.

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