TAMARA JIMÉNEZ | PRESIDENTA DE LA ASOCIACIÓN DE VECINOS DEL CENTRO HISTÓRICO DE JEREZ

“Tiene que haber un plan de repoblación y hacer un centro amable para la gente”

  • La presidenta de la asociación de vecinos del casco histórico pone el énfasis en el cumplimiento de las ordenanzas sobre terrazas y en la regulación de los apartamentos turísticos

  • El objetivo, conseguir que el centro histórico resulte atractivo para vivir

Tamara Jiménez, en la plaza Belén, con la Catedral al fondo.

Tamara Jiménez, en la plaza Belén, con la Catedral al fondo. / MIGUEL ÁNGEL GONZÁLEZ

Reside en el centro histórico desde hace unos siete años, cuando una promoción de viviendas de la Junta para menores de 30 años le dio esa oportunidad. Tamara Jiménez es desde hace unos meses la presidenta de la asociación de vecinos de estos barrios del corazón de Jerez, donde, según el último censo, apenas viven 800 personas.

–En un centro histórico en el que está casi todo por hacer, ¿cuáles son para la asociación las prioridades?

– Nuestra reivindicación histórica es la repoblación del centro, que exista un plan, políticas que faciliten la rehabilitación y la conservación del casco histórico, porque al fin y al cabo el patrimonio no es solo de intramuros sino de todos los jerezanos. Queremos además que se cumplan las ordenanzas municipales en todo lo relacionado con veladores, terrazas y horarios de los establecimientos. Sí que estamos viendo que desde hace unas semanas el Departamento de Disciplina Urbanística está revisando las licencias. Creo que es la primera vez en años que se sancionan los incumplimientos y aplaudimos este comienzo. Queremos también que se regulen los apartamentos turísticos. En definitiva, que se aumente la calidad de vida de los vecinos en cuanto a la problemática acústica y a la recuperación de los espacios para la gente.

–Y el número de residentes sigue bajando – En los últimos 50 años intramuros ha perdido más del 60% de su población. A medida que la población de Jerez crece, la del centro va disminuyendo. Cada vez somos menos vecinos y eso repercute también en el comercio local. Sí que es verdad que en el centro hay movimiento turístico y que el turista compra en el sitio en el que se queda, pero la necesidad constante de productos básicos la da el vecino no el turista.

La presidenta de la asociación, junto a la plaza Belén. La presidenta de la asociación, junto a la plaza Belén.

La presidenta de la asociación, junto a la plaza Belén. / MIGUEL ÁNGEL GONZÁLEZ

–¿Qué medidas habría que adoptar para que el centro resulte atractivo para vivir? – Lo principal es hacer un centro amable para la gente. Podemos tener dos tipos de centro: o bien un centro amable, con un plan de repoblación, que es la condición para que se recupere el comercio local y donde la hostelería y las actividades terciarias, que obviamente tienen que coexistir, lo hagan de una manera ordenada y respetando la normativa. O queremos tener un centro incómodo para los residentes, donde en cada establecimiento comercial que cierra se abre un bar y que sólo se adjudiquen licencias para apartamentos turísticos. El centro actualmente no es un lugar atractivo para vivir, se van los servicios y para cualquier gestión o compra tienes que coger el coche e irte fuera. Por eso lo fundamental es preguntarnos qué tipo de centro queremos.

"Vemos ahora más diligencia, hace años que no se sancionaban incumplimientos de licencias"

–¿Cómo valora el papel de las Administraciones? – Sí que vemos que en esta nueva legislatura en el caso del registro de solares es el primer gobierno que lo ha abierto y hace muchos años que no se sancionaban incumplimientos de licencias. Vemos que sí hay más voluntad o al menos más diligencia, pero queda mucho por hacer y de hecho, la nueva junta de la asociación queremos reunirnos con todos los grupos municipales.

–Las quejas de la asociación comparando las zambombas con macrobotellones les granjearon muchas críticas. – Creo que hubo personas que no entendieron bien lo que estábamos reivindicando. A la mayoría de los vecinos del centro histórico les gustan las zambombas, nosotros no es que quisiéramos que no hubiera zambombas en el centro, sino que lo que nos preocupa es el modelo que se está promoviendo. Se cerraron calles y eso no generó el disfrute del centro tal cual, sino que se generó un macrobotellón, amparado por el Ayuntamiento. Nos preocupaba que las zambombas que se estaban organizando se olvidaran de ese espíritu tradicional y se convirtieran en festivales de música al aire libre. Lo que exigimos, aparte de reivindicar que se mantenga el espíritu tradicional, es mayor seguridad y vigilancia y con respecto a la suciedad no nos parecía que cuatro retretes que había en La Asunción fueran suficientes para atender a todas las personas que vinieron. Es verdad que el plan especial que se puso era muy bueno con respecto a años anteriores pero proponemos para otros años ampliarlo a las zonas aledañas a donde se celebran las zambombas.

–En cualquier caso los beneficios para la hostelería son innegables. – Entendemos que para la hostelería es un revulsivo económico, pero también pedimos seguridad, vigilancia, limpieza. Porque Tornería se hizo peatonal y se convirtió en un cuello de botella, los vecinos tuvieron que recoger una señal de tráfico y meterla en el portal.

–¿Es inseguro vivir en el centro?– Excepto en ocasiones puntuales, yo no diría que es inseguro, está más bien desangelado, pero no tengo constancia de vecinos que hayan entrado en sus casas. Y en cuanto a okupas la única información que tenemos es en Juana de Dios Lacoste, que ha sido también un hecho puntual. Hace un par de días en calle Francos sí que abrieron una casa, pero al día siguiente habían puesto ya una puerta antiokupa.

–Pero sí es un problema el gran número de inmuebles abandonados.

– Nosotros llamamos la zona cero al entorno de la calle Juana de Dios Lacoste, desde el Cine Astoria hasta El Carmen puede haber una familia que vive, el resto está desocupado. Lo mismo si caminas por plaza Belén, Benavente Bajo. Y hay un problema de expolio, son edificios patrimoniales que no están protegidos, para los que no hay ningún plan de protección y entre ellos hay muchos que son de propiedad municipal. Caminar por el corazón de Jerez es una pena y es algo que se arrastra de varias décadas.

"Creo que hubo personas que no entendieron bien nuestras críticas al modelo de zambombas"

–¿Creen que es recuperable?

– Lo vemos recuperable si empezamos a tener un plan de actuación ya. Pensamos que las actuaciones que se están haciendo sólo son parches, no hay un plan global que lo aúne todo. Nos alegramos mucho que se hiciese la plaza Belén, aunque era mejorable porque el centro histórico no tiene ningún espacio verde, todo son plazas, pero está así mejor que como estaba antes, cuando era un solar de gatos y pulgas. Pero esa obra debe estar acompañada por un plan de repoblación porque atraer gente y dinamizar la zona no resuelve los problemas. Podemos atraer mucha gente a plaza Belén, hacer allí actividades, colocar una bola de quince metros en Navidad, y llenamos la plaza pero si no tenemos un plan de repoblación no se soluciona nada, porque el problema del centro no es la dinamización, es la repoblación.

–Planes integrales ha habido varios en estas décadas con muy escasos resultados. – Claro, lo importante es que se lleguen a ejecutar y que haya un compromiso de todos los grupos municipales, independientemente de quién gobierne en el Ayuntamiento. Los políticos cambian cada cuatro años pero los vecinos vamos a seguir estando ahí.

–Se han apresurado a convocar ya la IV manifestación por el centro histórico para el 28 de abril.

– Sí, se ha convocado con mucha antelación porque nos gustaría ir creando conciencia de que no es sólo un problema de los vecinos de intramuros, sino que hablamos del patrimonio de todos los jerezanos. Este año no sólo reivindicamos la recuperación del patrimonio sino además esa repoblación.

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