Tierra de Cádiz

Los primeros de Europa en vendimiar

  • Barbadillo y Cortijo de Jara abren la campaña con la corta de las primeras uvas blancas para vinos de la Tierra de Cádiz

  • Las bodegas destacan el excelente estado sanitario de la uva y su elevada calidad

Vendimia de la varietal Gwürztraminer en Cortijo de Jara.

Vendimia de la varietal Gwürztraminer en Cortijo de Jara.

A la vendimia del Marco de Jerez aún le faltan unas semanas para arrancar, no así a la de algunas varietales blancas empleadas en la elaboración de los vinos de la Tierra de Cádiz, que han dado el pistoletazo de salida a la campaña.

Las bodegas Barbadillo y Cortijo de Jara, prácticamente a la par, iniciaron a finales de la semana pasada la corta de la uva, en concreto de la Chardonnay y la Gewürztraminer, que constituyen con toda probabilidad las primeras vendimias de Europa.

El estreno de la campaña en el viñedo jerezano no amparado por las Denominaciones de Origen del Marco tiene continuidad en estos días, también en viñas propiedad de Barbadillo en Gibalbín, con la recolección de las primeras parcelas de Sauvignon Blanc, a las que la próxima semana se unirá otra tanda de Chardonnay, en este caso en los dominios de Bodegas Miguel Domecq (Entrechuelos) en Torrecera.

A diferencia de la campaña anterior, plagada de enfermedades y problemas, unos y otros destacan el excelente estado sanitario de la uva, que se ha visto beneficiada en la recta final por unas buenas condiciones meteorológicas, marcadas por el predominio de los vientos de poniente, temperaturas suaves y blanduras nocturnas.

Cortijo de Jara apunta que la recolección de la uva Gewürztraminer, realizada en la madrugada del sábado, se benefició de las extraordinarias temperaturas nocturnas. “La uva, recogida a mano y seleccionada en el campo, presentaba unas condiciones de sanidad y de calidad excelentes, así como un grado de maduración muy parejo, con el aroma especial y las demás características diferenciales de la Traminer muy marcados, lo que presagia un gran vino para esta campaña”, indica la bodega de la familia García Angulo.

La cosecha de esta varietal de origen alsaciano, en la que el punto de maduración cambia de un día para otro, se ha adelantado esta campaña, que salda con un incremento de producción del 20%. En Cortijo de Jara se centran ahora en algunas de las variedades tintas plantadas en su finca de Torremelgarejo –Merlot, Syrah y Tempranillo– que también vienen con algo de adelanto respecto a la campaña anterior.

Racimo de uva Gwürztraminer con la que Cortijo de Jara elabora su blanco de la Tierra de Cádiz. Racimo de uva Gwürztraminer con la que Cortijo de Jara elabora su blanco de la Tierra de Cádiz.

Racimo de uva Gwürztraminer con la que Cortijo de Jara elabora su blanco de la Tierra de Cádiz.

Barbadillo también completó entre finales de la semana pasada y el martes la recolección de las 25 hectáreas de Chardonnay que tiene en Gibalbín, que ha enganchado con el inicio de la corta de la Sauvignon Blanc, algo más pausada.

La enóloga y directora técnica de la firma sanluqueña, Montse Molina, destaca el buen estado de la uva gracias, en buena medida, al tiempo fresco, el rocío de las mañanas y a la ausencia de vientos de levante, situación que confía en que se mantenga de cara a la vendimia de la uva palomino, para la que se barajan del 10 al 15 de agosto como posibles fechas de inicio.

El viento de levante y las temperaturas elevadas es lo último que quieren en el sector para no sufrir mermas en la producción por la extrema sequedad del suelo dada la falta de precipitaciones durante la primavera.

Según Molina, “el campo, en líneas generales, tiene mejor pinta y apunta a entre un 5 y un 10% más de cosecha que el año pasado, pero si viene una levantera se puede venir abajo”.

Entrechuelos se prepara para sumarse a la campaña

Joaquín Gómez Beser, enólogo de Entrechuelos, coincide en la evolución favorable de la presente campaña, de la que destaca “la ausencia de problemas sanitarios, nada comparado con la campaña anterior, en la que si coges un catálogo de enfermedades de la viña, estaban todas, y la muy buena calidad de la uva”, “El clima está siendo maravilloso, el levante se está comportando y no está habiendo golpes de calor; cruzamos los dedos para que siga así”, añade.

En el viñedo de Bodegas Miguel Domecq tienen previsto iniciar la vendimia de las 25 hectáreas plantadas de Chardonnay mediada la próxima semana, labor que se realiza de noche y a máquina, salvo los remates a mano.

En cuanto a las variedades tintas, a las que aún les queda algo, Gómez Beser el buen estado de la uva tanto desde el punto de vista sanitario como de la maduración.

En la zona del litoral, los titulares de viñedo acogido a la Denominación de Origen no las tienen todas consigo y temen que este año vuelven a repetirse los problemas de pudrición de la campaña anterior, que atribuyen a la polilla ‘criptobable’. En contra de lo que se piensa, esta polilla no es una amenaza nueva para la vid, sólo que ahora se ha hecho fuerte porque la ‘lobesia botrana’, predominante en la zona, está bajo control.

“Si luchas contra un bichito, el competidor se hace fuerte”, explica el enólogo, quien detalla que tanto las bodegas como los viticultores apuestan en la actualidad por la lucha integrada para la búsqueda del equilibrio de una forma más natural que con tratamientos más agresivos empleados antaño.

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