Jerez

El 'Tío Pepe' se va de copas

  • Así fue el desmontaje del luminoso de la Puerta del Sol, cuyas 70 toneladas volverán a alumbrar en navidad

Nuestro 'Tío Pepe', la botella negra con su chaquetilla roja, el sombrero de ala ancha, su guitarra y su slogan 'Sol de Andalucía embotellado', ya no preside la céntrica Puerta del Sol de Madrid, una imagen insólita en los últimos 76 años, los que lleva coronando el número uno de la plaza, un edificio que ahora se va a convertir en un hotel. Precisamente, estas obras de rehabilitación son las que han llevado a desmontar el afamado cartel luminoso, que recordaba a los turistas que Spain is diferent. Volverá en otoño, cuando ya no haya sol y terminen los trabajos, según informó el diario El País. El desmontaje lo han realizado ocho trabajadores durante tres días.

 

Las letras y la figura han sido retiradas  con el fin de preservarlas por los obreros que se encargan de las obras de rehabilitación, según confirmó el Ayuntamiento. González Byass ha explicado por su parte que el cartel ha sido desmontado y guardado hasta que acaben los trabajos, "hacia finales de otoño previsiblemente", cuando Tío Pepe volverá a su ubicación original. "En Fin de Año, en las campanadas, volverá a estar presidiendo la plaza". Cuando regrese el icono, tendrá de vecino nada menos que a Apple, que abrirá su segunda tienda madrileña en los bajos del edificio.

 

En enero de 2010, el Consistorio aprobó la rehabilitación del inmueble, una construcción de 1863, para volver a convertirlo en hotel, lo que era hasta su cierre tres años antes. Además de devolverle su función, también se pretende recuperar su aspecto, ya que sucesivas reformas acabaron con elementos originales de interés. El edificio albergó el hotel París y en la parte de su azotea que da a la Puerta del Sol figuraba el anuncio de 'Tío Pepe', cuya imagen es parte de la historia de Madrid en el siglo XX. Este valor histórico llevó al Ayuntamiento a indultar al Tío Pepe, que es el único neón que queda en el kilómetro 0 de la capital. Es uno de los pocos anuncios, junto a los dos de Schweppes, que se salvó de la normativa municipal sobre publicidad exterior, que ha supuesto el desmantelamiento de varios centenares de rótulos en edificios, lonas, vallas y postes de la capital. 

 

Desde el pasado 18 abril, el símbolo ideado por Luis Pérez Solero, jefe de publicidad de la bodega, se encuentra en una nave industrial de Alcalá de Henares, a unos 30 kilómetros de casa, donde dormita a la espera de que terminen las obras que le han obligado a abandonar su puesto de trabajo por primera vez, por su propia seguridad y por la de los transeúntes. Aprovechando la coyuntura, la empresa 'Rótulos Spoluz', que cuida del luminoso desde hace doce años, harán un lifting completo de la figura que costará entre 150.000 y 200.000 euros. También eliminarán las abolladuras que presentan las letras y la botella y volverán a pintarlo para recuperar sus colores originales, mucho más vivos, que se fijarán mediante un proceso de zincado o cromado. Después lo embalarán y guardarán hasta su regreso a 'su casa'.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios