Trabajadores de Clesa inician las protestas y Hotasa baraja la venta de hoteles

Decenas de trabajadores de Clesa se concentraron ayer en la madrileña Puerta del Sol para mostrar su "desconcierto" sobre su futuro laboral, una semana después de que el empresario José María Ruiz-Mateos anunciara que una decena de empresas de Nueva Rumasa han entrado en fase preconcursal.

Javier de Blas, presidente del comité de empresa de Clesa Madrid -cuya plantilla asciende a 350 trabajadores- explicó que la situación es "bastante crítica", dado que llevan "desde el pasado viernes" sin poder fabricar ante la falta de materias primas.

Por otra parte, fuentes sindicales aseguraron ayer que la división hotelera de Nueva Rumasa (Hotasa) no descarta vender algunos de sus activos para evitar acudir a un concurso de acreedores, aunque garantiza a los trabajadores que los establecimientos "permanecerán abiertos", ya que "son rentables".

Hotasa, que cuenta con dos hoteles en Andalucía, está al corriente del pago de las nóminas a sus empleados, salvo retrasos puntales de unos diez días, y tampoco debe ningún pago a proveedores, aseguró ayer la cadena a representantes sindicales de la plantilla.

Desde el comité de empresa de Quesería Menorquina, otra de las diez firmas en fase de preconcurso, su presidente, Antonio Olives, exigió ayer al gobierno balear que sea "más duro" con Nueva Rumasa para "presionarle", con el fin de que abandone la gestión de esta empresa, dado que, a su juicio, ésta será la única manera de garantizar su viabilidad y el mantenimiento de los 184 puestos de trabajo.