Diez sillas, una barra larga y varias horas para disfrutar. El jerezano Víctor Jaén Mateos le ha dado una vuelta de tuerca a los establecimientos de comida japonesa que hay en la ciudad con Tsuro, su restaurante en el que se puede ver, tocar y comer directamente de la mano del chef. 

"La verdad es que no está empezando mal la cosa. Todo ha sido el boca a boca y un poco de Instagram desde que abrimos el pasado 20 de enero", subraya el cocinero tras ser consciente de la expectación que ha creado su restaurante. "Es un local muy pequeño y yo estoy detrás de la barra. Tengo una freidora, una plancha, un par de fuegos y una tabla para el sushi. Esto es lo que he querido hacer desde hace años", subraya. 

El que entra en Tsuro debe olvidarse del reloj. No hay tiempo para disfrutar de esta experiencia, puesto que todo lo que se pone en el plato es cocinado en el momento por Víctor. "Son unas tres horas de menú. Es una cosa diferente a lo que la gente está acostumbrada en Jerez, por la ejecución y la materia prima. Al menos los comensales que han venido han salido contentos. Tsuro es un acierto seguro", añade. 

Víctor ha creado en Tsuro un ambiente muy personal: "La ventaja que tiene este concepto es que hay mucha interacción entre el comensal y el chef. Yo voy explicando, ellos van preguntando... Es como una familia". 

Jaén Mateos estudió Empresariales pero sabía que su destino debía tener relación con la gastronomía. Al terminar la carrera se fue a Londres y aunque tenía una buena base de inglés, "el tema del oído lo tenía que perfeccionar". Comenzó fregando platos y se fue de Londres siendo el tercer jefe de cocina en ROKA Restaurants. También estuvo en Sushi Samba London, pero justo antes de que explotara la crisis sanitaria por el coronavirus dejó de trabajar. 

Ante una posible tercera ola de pandemia volvió a Jerez y comenzó a buscar su nuevo proyecto. Desde 2018 tenía en la cabeza montar un restaurante japonés pero no había dado con el sitio adecuado. Se fue a Kamikaze a El Puerto un tiempo, un proyecto al que le vio futuro pero que finalmente no cuajó como él quería. Y de repente encontró el local perfecto para Tsuro, en pleno centro (calle San Juan de Dios).

"Empiezo con aperitivos, entrantes de sushi, un núcleo de nigiris, tempura, gyozas, makis y la sopa miso. Un menú completo", comenta Víctor. Como su nombre indica, Tsuro ('Pasadizo') busca unir Jerez con Japón a través del gusto, y ya hay quien ha viajado sin levantarse de la silla.