Urinarios o mingitorios

Con la que está cayendo, tiene bemoles que las ayudas del Plan Proteja (Programa de Transición al Empleo de la Junta de Andalucía) se destinen a un urinario público que se utilizará cuatro días en una romería de Huelva. Es para caerse de espaldas, que con la necesidad que está pasando la mayoría de la población, se tiren al váter, y nunca mejor dicho, 26.000 euros y se generen únicamente dos puestos de trabajo. Pues, vaya plan, con el Plan Proteja. ¿A quién protege? Desde luego a los que están apuntados a la cola espeluznante del INEM, de poco les sirven los urinarios a no ser que se pongan a hacer todas las romerías de Andalucía a modo de promesa para que les salga un trabajo o que se den a la bebida para olvidar las penas y tengan que vaciar sus vejigas.

Una cosa está clara, en el medio rural hay muchas cosas por hacer y los empresarios agrarios están deseando contribuir a la mejora de la sociedad y a la generación de empleo y a salir cuanto antes de esta maldita crisis económica que se ha enquistado en España. ¿Por qué entonces no se ayuda a estos empresarios a mejorar las instalaciones, las infraestructuras y las comunicaciones para que generen puestos reales de trabajo? Clama al cielo. El único punto que tiene la noticia es que en vez de urinarios se les llama mingitorios, término tan correcto como poco empleado. Hala, a miccionar de la risa o del llanto, pero siempre en unos buenos mingitorios del camino.