Varios residentes de un geriátrico de Montealto critican el servicio recibido

La dirección del centro niega que la comida sea poco variada, una de las principales reivincidaciones de los internos · Mari Paz Barrios, usuaria del centro, sostiene que "casi siempre comemos lo mismo"

Varios residentes de un geriátrico de Montealto critican el servicio recibido
Varios residentes de un geriátrico de Montealto critican el servicio recibido
Francisco Romero / Jerez

13 de octubre 2011 - 01:00

Varios residentes del geriátrico SAR Montealto, con plazas concertadas por la Junta de Andalucía, llevan desde hace un tiempo reclamando "una mejora en los servicios" que ofrece este centro de la tercera edad. Su reclamación principal es con respecto a las comidas, pues consideran que el menú es "poco variado" y que "casi todos los días comemos lo mismo".

Carmen Falcón, jefa de servicio general del geriátrico opina, sin embargo, todo lo contrario, pues considera que el menú ofrecido en el SAR Montealto es "muy variado y selecto". Además, Falcón insiste en los numerosos controles por los que pasa la comida, la cual es revisada minuciosamente desde que llega a la cocina del centro hasta que es suministrada a los residentes, lo que no quita para que varios internos se quejen de la "bajada en la calidad de los productos", ante lo que Falcón explica que "el menú está planeado con anterioridad y la compra se hace en base a los alimentos que se van a cocinar, por lo que las comidas no se repiten en todo el mes".

Andrés Soler, uno de los internos más reivindicativos y más molestos con la labor de este geriátrico para con los residentes, afirma que desde que llegó al centro hace ya cuatro años y medio, "hemos ido perdiendo beneficios", ante lo que cita los de "peluquería, que ahora cuesta dinero, el reparto de periódicos o las excursiones", todos ellos gratuitos anteriormente; sin contar con el de podología, que "ha subido las tarifas de un tiempo a esta parte", como afirma Andrés.

Hay otros residentes, como Vicente Romero, que se queja de "no haber recibido ni siquiera una cuchilla desde que llegué el pasado mes de diciembre", y también reclama "una mesa en la que poder leer", ya que Vicente es invidente y necesita un soporte sobre el que apoyar los libros.

Mari Paz Barrios, Mari Carmen Marín y Joaquín Amaya son otros usuarios descontentos con el servicio de este geriátrico. Sin ir más lejos, éste último explica que "la consideración con los residentes es nula" y que "se han incumplido varias promesas que contrajo conmigo la anterior directora, que me prometió trasladarme a una habitación con baño individual y no ha sido así".

El geriátrico de Montealto alberga a 120 residentes, muchos de ellos internos mediante plazas concertadas con la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía, a los que les dan servicio más de 70 trabajadores, los cuales se salvan de las críticas de los internos: "si tuviera que ponerle nota a los empleados, del 1 al 10, les daría un 12", asegura Andrés.

La pérdida de prendas es otra de sus reivindicaciones, aunque ésta se explica por la falta de etiquetado de algunas de ellas, que se acumulan en la lavandería a la espera de que su dueño las recoja, como explica Carmen Falcón.

El retraso a la hora de suministrar las comidas es otro de los puntos fuertes de sus reclamos, pues "no es de recibo que, por ejemplo, el pasado día 10, las personas de la unidad de demencia no desayunaran hasta las 12, cuando la última comida había sido a las ocho y media de la tarde del día antes, y teniendo en cuenta que a la 1 de la tarde almorzamos".

También hay quien reclama que "los servicios ofrecidos en la página web de la residencia se ajusten a la realidad", pues citan como ejemplos que "no tenemos teléfonos inalámbricos, ni biblioteca como reza en la página", servicios que se ofertan y que "realmente no tenemos", aseguran.

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