Viajeras pese a todo

Lectores sin remedio

Ramón Clavijo Provencio

14 de junio 2024 - 05:00

Viajeras pese a todo
Viajeras pese a todo

En las labores de selección del variado material que se recogerá en la Exposición 'Viajando hacia el sur', en la que colaboro, y que se tiene prevista inaugurar dentro de unos meses, me he topado con un viejo artículo que publiqué en las páginas de Diario de Cádiz hace ahora 25 años: 'Las mujeres viajeras'. En dicho texto me introducía en un tema por entonces poco hurgado por la investigación sobre el fenómeno viajero, como era el de esas mujeres que recorrieron el mundo en siglos pasados, afrontando los desafíos que ello entrañaba y donde las rígidas convenciones sociales no eran el menor de los problemas al que se tuvieron que enfrentar. Veinticinco años después, más estudios han ido avanzado en desvelar la importancia de esas viajeras dentro del fenómeno literario al que nos referimos.

El espléndido libro ‘Grandes aventureras’ de Alexandra Lapierre y Christel Mouchard (2005), es el texto que podemos considerar como uno de los primeros estudios que alcanzan cierta difusión entre el público lector y donde se hace una profunda inmersión en el papel desempeñado por la mujeres en el universo viajero a nivel global. Siguiendo con los estudios más generales sobre este asunto tenemos que destacar a una española, la periodista García Morato a la que se debe en gran medida el desvelar pasajes desconocidos de muchos de los viajes protagonizados por mujeres en libros como ‘Las reinas de África’ (2006) o ‘Viajeras intrépidas y aventureras’ (2007) que fue todo un acontecimiento editorial y abrió a muchos lectores y lectoras esa otra parte de la literatura viajera que estaba aún por desvelar; tampoco podemos olvidar los muchos trabajos de Pilar Tejera, entre los más recientes ‘Viajeras por los mares del sur’ (2020).

Sobre estudios que se centran en las mujeres viajeras por nuestro país hay un interesante texto que fue pionero en tocar esa faceta, el de Lola Escudero titulado ‘Las ladies viajeras en España’, publicado a principios de este siglo en el Boletín de la Sociedad Geográfica española. En cuanto a Andalucía, podemos nombrar dos textos ya imprescindibles: ‘Viajeras en Andalucía’ de Alberto Egea Fernández Montesinos (2008) y más recientemente ‘Andalucía vista con ojos de mujer’ de Elena Suárez Sánchez, Antonio Fernández Navarro y Olivier Piveteau (2015). Pues sí, damas viajeras como Lady Holland, Nellie Bly (en la imagen), Louisa Tenison, Ellem Whishaw o Grace Illingworth entre otras nos dejaron testimonios escritos, muchos de ellos sobre España y donde no faltan las referencias a Jerez (ver ‘Jerez y sus vinos vistos por las extranjeras viajeras’, José Luis Jiménez), que ahora comienzan a valorarse. Mujeres pioneras que pertenecen a esa estirpe que abrieron un fascinante camino, nunca mejor dicho, y donde sus testimonios golpearon las mentes más encorsetadas de una sociedad por entonces demasiado mezquina y estrecha de miras.

ChatGPT y la crítica literaria

Desde hace ya un tiempo mantengo con un amigo, al que puedo elevar a la categoría de “íntimo”, una amable y divertida disputa sobre un poeta (aficionado), amigo suyo (yo no tengo el gusto de conocerlo), cuyo nombre no viene al caso. Mi amigo me ha ido enviando religiosamente los libros que ha ido publicando el poeta para que le diese mi opinión. Con todos mis respetos, aunque más respeto me merece la literatura, puedo asegurarles a ustedes que la poesía de este “amigo de mi amigo” es mala de solemnidad. Pero mi amigo, más generoso que yo y con un punto de desconfianza, no acaba de convencerse. Además, algunos cantos de sirena, bajo la apariencia de voces “autorizadas” pero siempre engañosos, porque así es la naturaleza de las sirenas, ponen poco menos que por las nubes del Parnaso al vate (no se confundan con la palabra). Y ya lo último que me quedaba por ver y oír es el experimento que ha realizado el propio autor de los más que dichosos, desdichados versos de la disputa: ha cargado su último libro en la famosa herramienta ChatGPT, para que este nuevo artilugio del diablo le dé su opinión. Y pásmense, en el apartado titulado “Comparación con grandes poetas” la máquina lo relaciona con ¡¡Neruda, Antonio Machado, Benedetti, Bécquer y hasta con la filosofía de Schopenhauer!!

Por poner un ejemplo, copio literalmente lo que dice sobre la relación con Neruda: “Al igual que Neruda, X tiene una habilidad excepcional para capturar la esencia del amor y la naturaleza con una lírica apasionada y evocadora. Sus poemas poseen una riqueza de imágenes y una profundidad emocional que resuenan con la intensidad de los sentimientos humanos”. Cuando mi amigo me envió el informe del ChatGPT la pregunta era obligada: ¿tu amigo ha leído a estos escritores?, ¿está familiarizado con la filosofía de Schopenhauer? La respuesta fue categórica: “Mi amigo no ha leído a nadie”. Después de esta experiencia, la crítica literaria seria y rigurosa puede considerarse a salvo de la IA, a pesar de todas sus amenazas. Pero eso sí, que tiemblen los autores de las contraportadas. ¿Mi amigo? Sufre con resignación su duda existencial. Tan Schopenhaueriano él. José López Romero

Reseñas

Cara de pan

Sara Mesa. Anagrama, 2018.

Sara Mesa (Madrid, 1976) nos plantea en esta novela corta la historia, tantas veces repetida en la literatura, de la relación entre una niña, Casi, y un hombre mayor, Viejo, que se conocen en uno de esos espacios cerrados por setos que se encuentran en los parques públicos. Ella hace novillos, no quiere ir al colegio porque sus compañeras se ríen de su “cara de pan”; y él se dedica a observar los pájaros, de los que es un fervoroso aficionado, como lo es también de la cantante Nina Simone. Con una escritura muy pausada como requiere el proceso de amistad que se va generando entre ambos personajes, Sara Mesa reflexiona sobre los prejuicios morales de esa amistad y de las consecuencias que acarrea, más cuando el viejo arrastra un internamiento en un psiquiátrico. Buena literatura. J.L.R.

La flor púrpura

Chimamanda Ngozi Adichie. Debolsillo, 2005.

Una magnífica novela de esta escritora nigeriana, nacida en la aldea de Abba, Enugu, en 1977. Precisamente es en Enugu y en la Universidad de Nsukka (sede de la Universidad de Nigeria), donde se ambienta la novela. Jaja y Kambili son dos hermanos a los que su padre Eugene, un hombre rico, poderoso y muy generoso, los somete a una estricta educación cristiana. Para salir de ese ambiente, por momentos violento, su tía Ifeoma, los invita a pasar unas semanas en su casa, en compañía de sus primos Amaka, Obiora y Chima. Jaja se convertirá en un joven agobiado por su responsabilidad familiar, mientras que su hermana Kambili conocerá el amor platónico con el padre Amadi, pero también la vida de compromiso con la democracia y la igualdad de su país. Una novela muy recomendable. J.L.R.

Viajeras al tren

Pilar Tejera. Editorial Casiopea, 2022.

Esta autora, una de las primeras que comenzó en nuestro país a prestar atención a la literatura viajera protagonizada por mujeres, nos presenta ahora este entretenido libro repleto de datos curiosos y poco conocidos de hechos que giran en torno a la mujer y el ferrocarril. No, no es este estrictamente un libro de viajes, aunque en sus páginas nos toparemos con mujeres famosas que protagonizaron pasajes que sucedieron en esos trenes de antaño, tan propicios para servir de escenario a historias truculentas o divertidas, amorosas, criminales o simplemente viajeras, que de todo hay en estas que ha recopilado Tejera. Un libro por el que desfilan pasajeras tan ilustres como Olivia de Havilland, Marlene Dietrich o Nellie Bly, la primera reportera que dio la vuelta al mundo, en este caso en 72 días, desafiando al mismísimo Phileas Fogg de Julio Verne. Muy entretenido. R.C.P.

A toda máquina

Dervla Murhy. Capitán Swing, 2024.

Dicen que las comparaciones son odiosas, pero al terminar la lectura de este libro me ha traído a la memoria aquel otro, ‘Los viajes de Júpiter’ de Ted Simon, donde el medio de transporte era la motocicleta y que se ha convertido con el paso de los años en uno de los clásicos de la literatura de viajes. No desmerece el libro de Dervla del que antes mencionamos, un viaje este realizado a comienzos de los años sesenta del pasado siglo y que alcanza gran altura literaria en muchos de los pasajes contenidos en sus páginas. Este viaje que lleva a los lectores de Irlanda a la India, que pasa de los parajes gélidos en la Europa más recóndita a desiertos abrasadores en Afganistán y Pakistán, se realizó sobre una frágil bicicleta a la que su autora llama Rocinante. Un libro que aunque llega tarde al mercado en español, nos trae la aventura en estado puro. R.C.P.

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