El número de viajeros en los autobuses urbanos se redujo de manera notable en la jornada de este lunes, primera jornada laboral tras decretarse el estado de alerta por la crisis del coronavirus. Según datos facilitados por el delegado de Movilidad, José Antonio Díaz, el servicio público de transportes fue apenas utilizado por 400 personas cuando lo habitual es que haya unos 20.000 viajeros diarios en un día laborable.

La notable caída, del 98%, muestra que los jerezanos están cumpliendo con la recomendación realizada por el Ayuntamiento de utilizar el transporte público solo para viajes indispensables.

El pasado sábado, la alcaldesa, Mamen Sánchez, firmó un decreto por el que se establecían una serie de normas para el uso del transporte público. Además, se reducía notablemente la frecuencia de paso de todas las líneas limitándose a los horarios fijados para domingos y festivos.

Es más, desde el lunes los viajes no se pueden pagar en efectivo sino mediante bonobús, aunque la oficina de recarga de estas tarjetas continúa abierta en horario habitual. Asimismo, se han fijado medidas para procurar la máxima separación posible entre los pasajeros, que debe ser mínima de un metro.

Mientras, la frecuencia del transporte a las pedanías se mantiene en estos días sin variación pero también se han establecido las normas de distancia entre pasajeros y conductor. En este transporte sí se permite el pago en metálico aunque los conductores están obligados al uso de jabones desinfectantes (hidroalcoholes) y guantes desechables para el manejo del dinero.

Tanto en el transporte de la zona urbana como en el de las pedanías se han colocado carteles informativos donde se desaconseja el uso de estos vehículos salvo por razones inaplazables o ineludibles.