Yvancos dice que la familia tenía testaferros desde 1.200 euros al mes

Joaquín Yvancos, exabogado de José María Ruiz-Mateos, declaró ayer un juzgado de Palma que la familia del empresario pagaba desde 1.200 euros al mes a testaferros -a los que denominó "soldados"- sólo por figurar y que ingresó en cuentas de Suiza unos 200 millones de euros fruto de varias ventas.

Durante su declaración como testigo ante la juez que investiga una supuesta estafa en la venta de un hotel de Mallorca, el letrado afirmó que los hijos de Ruiz-Mateos, a pesar de ser quienes gestionaban sus empresas desde el año 2004, "no tienen a su nombre nada directamente", sino que usaban a "soldados" u hombres de paja para administrar sus sociedades.

"Soldado es aquel que cobraba por firmar y sus honorarios iban desde los 1.200 euros aproximadamente al mes. Los que cobraban por firma percibían unos 100 euros por firma", añadió.

El exabogado de los Ruiz-Mateos explicó que uno de los chalés de Somosaguas (Madrid) registrado esta semana por orden de la Audiencia Nacional es en realidad "una oficina camuflada como vivienda" en la que mantiene un matrimonio formado por un ejecutivo alemán y su mujer para que "dé apariencia de vivienda".

Preguntado acerca de si sabe si los hijos tienen cuentas en España o de qué viven, contestó: "Ya me gustaría saberlo a mi: todos los coches que tienen son de alta gama, los colegios son privados, tienen muchos abogados y continúan teniendo un nivel de vida muy alto".

En un comunicado, la familia calificó ayer a su exabogado de "vulgar terrorista" al reclamar activos y dinero que no le corresponden. En este sentido, los Ruiz-Mateos denuncian la actuación "desleal e impune" del letrado, cuyo único propósito es "chantajear y extorsionar", de ahí la solicitud presentada ayer ante la Audiencia Nacional para que no se tengan en cuenta como medio probatorio por el Juzgado ni la Policía los datos que haya podido aportar Yvancos, habida cuenta de su origen ilícito, por lo que piden que sean destruidos. La familia solicita igualmente que no el letrado no sea considerado testigo protegido o arrepentido.