Miguel Arias estaba en todas las quinielas como ministrable, aunque muchos lo situaban como el nuevo responsable de la cartera de Exteriores por dominio de los idiomas –se defiende en cinco– y de la escena política internacional, a las que une su amplia trayectoria. Rajoy, sin embargo, terminó por confiarle Agricultura, puede que por su conocimiento de las instituciones europeas ante la especial dificultad a la que se enfrenta el sector agrario y pesquero.

Preguntado por este medio acerca de la posibilidad de que su paso por el Ministerio de Agricultura sea transitorio, se comenta que para acabar como comisario europeo esta misma legislatura, Arias, curtido en estas lides, se limita a señalar que “siempre estoy a la disposición del partido y en este momento lo que me preocupa es la agricultura, la pesca y el medio ambiente –las tres parcelas que agrupa su campo de acción–;no sé si estaré uno, dos, tres o cuatro años, pero con trabajar bien cada día me basta”.

Precisamente, trabajo no le va a faltar con el escenario actual. Ayer mismo estaba metido en faena y fue difícil que hiciera un breve descanso para atender a este medio, un minuto o dos en el que lanzó su primer mensaje a los jerezanos tras su nombramiento: “Conozco bien la agricultura de Jerez y Andalucía, que van a estar bien defendidas por este ministro y lo primero, porque está encima de la mesa,  por lo que voy a pelear es por la reforma de la PAC para que resulte satisfactoria para España”. Arias admitió la dificultad de la empresa, en la que “habrá que trabajar mucho para darle la vuelta”, pero el calendario de negociación marca la “urgencia”, de ahí que “los primeros viajes internacionales” los dedicará a pulsar a “mis colegas europeos”.

El dirigente del PP, al que horas antes se vio visiblemente emocionado en su discurso durante el acto de traspaso de la cartera por parte de Rosa Aguilar (PSOE), anuncia que la interlocución con los responsables sectoriales de su tierra de adopción será “fluida”.

Miguel Arias también lanzó un mensaje al sector bodeguero, al que animó a seguir trabajando en el campo de la exportación, una de las facetas que impulsará para toda la industria agroalimentaria desde el Ministerio. “Con el vino y el brandy de Jerez, tenemos que hacer una política inteligente y sobre todo coordinarla con otras administraciones en un momento de especial dificultad económica como éste”, explicó el ministro, quien subrayó que Jerez tiene “una riqueza y un producto único” por el que luchar, labor en la que anunció su apoyo a las empresas del Marco y que explotará por la vía de la “diplomacia” para “abrir nuevos mercados internacionales”.

Poco más dio de si el tiempo, salvo para felicitar al nuevo ministro y preguntarle por su opinión sobre el cambio de orientación del proyecto del Centro Agroalimentario Integrado (CAI de Jerez) –que el anterior gobierno local socialista convirtió en parque tecnológico– que recibió el impulso inicial en su anterior etapa en el Ministerio. “El futuro Gobierno de la Junta tendrá que hacer un esfuerzo para que la modernización de la zona regable camine hacia la transformación de los productos y genere mayor valor añadido en la zona”, idea con la que nació el CAI, que más que por el sector agroalimentario se desvió hacia el aspecto comercial, y con escasa participación de producciones locales de alimentos.