Ciudad

45 años haciéndose notar

  • La Asociación de Personas Sordas de Jerez celebra su aniversario con nueva sede y reivindicando que "aún quedan muchas barreras que superar".

En 1970, doce personas pertenecientes a la comunidad sorda de Jerez pusieron en marcha, después de meses de trabajo, la Asociación de Personas Sordas de Jerez (Apesorje), que este año celebra su 45 cumpleaños. Durante todo este tiempo, tres han sido las sedes que han acogido la vida diaria de una asociación que conforme han pasado los años ha ido sumando socios, principalmente si tenemos en cuenta que muchas personas de la sierra de Cádiz acuden a su sede "por cercanía". Estamos hablando de más de 1.000 personas con hipoacusia, que pese a no ser socios pasan por Apesorje para recibir todo tipo de atenciones.

Atrás quedaron aquellos inicios en las décadas de los 70 y 80, cuando la entonces denominada Asociación de Sordomudos de Jerez organizaban iniciativas como el concurso de Miss España Silenciosa o se enfundaba el mono de trabajo en la Feria del Caballo, con la conocida caseta 'Los silenciosos' para conseguir fondos.

El primer edificio que albergó la asociación estuvo en la calle Caballeros número 21, para pasar posteriormente a la zona de Pescadería Vieja. Allí estuvieron hasta que "el gobierno nos concedió un millón y medio de pesetas para que compramos este local, y aquí hemos estado desde entonces, pero ya se nos ha quedado pequeño, por eso ahora el Ayuntamiento nos ha cedido el antiguo local de Aguas de Jerez en la Plaza del Carbón", apunta el presidente de la asociación Pedro Jesús Vega.

Lo que en un principio arrancó con doce socios es hoy un lugar por el que pasan infinidad de personas, merced a "la cantidad de iniciativas que hemos realizado. Antes había poca gente, pero ahora tenemos el club de deporte, la asociación de juventud, la asociación de mujeres, la asociación de personas mayores, y bueno, esto se nos ha quedado pequeño".

En Apesorje valoran positivamente "todo el trabajo que hemos hecho en estos años a la hora de superar las necesidades de las personas sordas, es decir, poder ofrecer intérpretes para que ellos puedan comunicarse. Porque antes de 1982 no había intérpretes, recuerdo que íbamos con el Padre Carlos González a hacer servicios de interpretación. Afortunadamente, a partir de ese año se reconoció esa figura y es mucho más fácil", explica.

En todo este tiempo, ha habido "momentos buenos y malos", reconoce su presidente, pues de una situación de crecimiento constante llevada hasta 2007 se ha pasado a una actualidad en la que "al no haber subvenciones no hay, por ejemplo, cursos ni programas formativos para nuestros jóvenes. Estamos en una época complicada porque está todo parado y eso hace que estemos un poco deprimidos. No hay que olvidar que los jóvenes necesitan motivación y ahora no tienen porque no pueden hacer talleres de ningún tipo, ni de cocina, ni de diseño, ni de electricidad.... También nos hace falta terapia psicológica para parejas, ayudas para la asociación de mujeres, para las personas mayores, que necesitan trabajos de estimulación cognitiva, en fin, es complicado".

Además, desde la asociación se echan en falta figuras como la del "trabajador social que teníamos antes y que nos ayudaba a conseguir subvenciones y llevar a cabo proyectos. Hemos dado un paso atrás en algunos aspectos, por ejemplo la inclusión social de las personas sordas al mundo laboral, donde hay muchos problemas para comunicarse. Con la crisis se han levantado de nuevo barreras que antes teníamos superadas".

Precisamente, el cambio al nuevo local supone una inversión importante, de ahí que desde Apesorje estén ya preparando toda una serie de iniciativas para recaudar fondos de cara a esta sede. "Necesitamos mucho mobiliario nuevo, y sobre todo material para llevar a cabo talleres y cursos, que para nosotros son muy importantes".

Al margen de ello, Apesorje, que espera recuperar muchos socios con el cambio a su nueva sede "porque muchos se fueron al quedarse ésta pequeña y no poder hacer nada", señala Vega, tiene como objetivos la puesta en funcionamiento de "un colegio bilingüe, que en la provincia hace falta. El que hay en Andalucía está en Málaga, y bueno, sería bueno contar con uno en esta zona porque ten en cuenta que toda la sierra viene aquí a Jerez. Los niños sordos necesitan una formación potente porque de la misma manera que el resto pueden ir a la universidad. Nosotros hemos planteado un proyecto al Ayuntamiento, pero vamos a ver, porque con esto de las elecciones todo se ha parado".

Actualmente, la asociación cuenta con 150 socios, que de pagar "dos reales" en aquellos años setenta han pasado a pagar actualmente 6 euros, "y si están en paro sólo 4 euros, y con ese beneficio es complicado seguir adelante porque sólo con la luz y el agua hay muchos gastos", advierte Vega.

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