El corte del suministro eléctrico en algunas de las principales calles comerciales del centro duró cerca de dos horas y media, menos de los previsto -el anuncio indicaba que se prolongaría de 8.30 a 16 horas-, pero lo suficiente para que los comerciantes afectados montaran en cólera.

“No hay derecho a que nos castiguen de esta forma. Nos han quitado los desayunos que es casi lo único que nos queda. Todo se nos vuelve en contra cuando podían perfectamente haberlo hecho antes de abrir los negocios o después de las seis de la tarde”, lamentaba un hostelero de Porvera que, curiosamente, no se ha visto finalmente afectado la interrupción del suministro programada para este viernes.

Desde Endesa esgrimen que se trataba de una actuación urgente y necesaria para evitar una incidencia mayor tras detectarse un problema en dos centros de transformación de la calle Caracuel. El apagón afectó básicamente a parte de la calle Larga,  Rotonda de los Casinos, Naranjas, Bizcochero, Caracuel, San Andrés, Marqués de Domecq y plaza Rivero.

La compañía eléctrica entiende el malestar de los afectados, a los que pide disculpas por las molestias tras insistir en que ha sido una actuación excepcional por motivos de seguridad y en circunstancias también excepcionales que no podía demorarse para, por ejemplo, intervenir el domingo, como demandaban los comerciantes. Se ha programado conforme a ley, anunciándose por los canales previstos, dentro del horario estipulado y con idea de que tenga la menor afectación posible, añadieron desde Endesa.

Momentos después del restablecimiento del servicio, la presidenta de Acoje, Nela García refirió que el jueves recibió una avalancha de llamadas y mensajes de afiliados para manifestar su indignación. "Al final han sido menos horas de las anunciadas, pero el daño es el mismo, sobre todo para los hosteleros, panificadoras y negocios con cita previa, porque no permite a los comerciantes tener una planificación".

La responsable de Acoje considera que todo el comercio del centro se ha visto en mayor o menor medida afectado, ya que "el mensaje que llega a la población es que se va a cortar la luz en el centro durante toda la mañana y parte de la tarde, por lo que muchos ciudadanos han renunciado a acercarse al casco histórico para hacer compras".

A juicio de Garcia, "lo peor de todo es que no cuenten con nosotros para coordinarnos y tratar de que el daño sea el mínimo posible. Ni hemos tenido comunicación previa de la actuación más allá del anuncio en prensa y los carteles pegados en lugares públicos, ni nos han informado de lo que iban a hacer".