Ni aplauso ni llanto a 7.300 kilómetros de La Habana

Fidel Castro es la persona más importante de Cuba desde su independencia. "La historia nos absolverá", solía decir. Las complejas contradicciones de su figura reservan a la opinión y al tiempo si su premonición se cumple o no. La postura de los cubanos residentes en Jerez es variada. El matrimonio conformado por Yannet Sánchez, bailarina de 43 años, e Iosvani Rivero, cirujano de 39, hace un balance positivo del castrismo. "Se come mejor o peor, pero se come. Allí no ves niños pasando hambre en la calle. La muerte de Fidel me ha hecho reflexionar, y tengo muchas cosas que agradecer", dice Sánchez. "Hay que pensar en el tiempo histórico y en lo que hizo. Se han cometido errores, ellos mismos lo reconocen y tratan de solucionarlo. Pero los cubanos tenemos claro que la falta de oportunidades era el precio a pagar por nuestra soberanía", incide Rivero.

Este médico salió de su país porque "quería conocer mundo", no por un rechazo al castrismo. De hecho, "cuando estuve trabajando en Angola, el banco americano que tramitaba mi salario no me dejó cobrarlo por culpa del embargo americano. Me hice más comunista que Fidel Castro". Su balance es positivo y respetuoso con el emblema de la Revolución porque "hacía falta un Fidel que echase a Batista. Muchos que han celebrado su muerte en la Pequeña Habana, en Miami, son hijos y nietos de los batistianos que salieron huyendo", insiste.

Por otro lado, la profesora de canto Emelina López, asegura que siente "paz" con la muerte del 'Comandante'. Lleva décadas viviendo en Jerez, y cree que "nunca volveré a vivir allí". Le resulta difícil pensar que se producirán mejoras, ha perdido la esperanza en que su país prospere. "La última vez que estuve fue hace poco y vi mucha miseria, más que hace quince años, la anterior vez. Cuba es como las personas, si en seis décadas no la cuidas, si no pintas las casas, si no construyes, empeora". Y el responsable, dice, falleció en la madrugada del viernes de la pasada semana.

El músico Aleixandre Llorente lleva 12 años en Jerez, donde vino a vivor con 21 año por diversas circunstancias pero también porque "el carácter se parece mucho al de los cubanos". "A mí la política ni me va ni me viene. Para mí Fidel es una persona que no aportaba nada positivo para Cuba, ninguna ilusión", señala. "Te digo que tener 10.000 pesos en el banco equivalía para mí a no tener nada, porque no te puedes comprar un auto o prosperar. Por eso me marché. Da igual si tienes o si no", algo frustrante para él.

"Es verdad que no se pasa hambre en Cuba, pero al final buscas lo mejor para tus hijos. Allí aspiras al casarte a irte a vivir a casa de tus suegros o a que tu mujer se vaya a tu casa, a estar amontonados. La Revolución tiene algunas cosas buenas y muchas malas. Por respeto, no me alegro de su muerte, sino que siento indiferencia". Opina que no cambiarán las cosas. "Ya no es sólo Fidel. Se tendría que morir mucha gente para ver un cambio real".